Tras el papel higiénico, la harina, el aceite de girasol y el hielo, ahora es el turno del pollo y del agua embotellada. El presidente de la Asociación de Distribuidores de Alimentos y Bebidas de Baleares, Bartolomé Servera, ha confirmado que las Islas llevan padeciendo «toda la temporada escasez de pollo, sobre todo del fresco», porque se trata de un producto muy perecedero. Pese a ello ha querido dejar claro que no existe desabastecimiento, aunque sí problemas de suministro. «No nos vamos a quedar sin pollo», ha asegurado.
Servera ha explicado que la mayor parte de estas aves que se consumen en las Islas provienen de la Península, puesto que aquí su producción es muy residual. A modo de ejemplo gráfico, «lo que se produce aquí no basta para abastecer durante un día a una cadena hotelera». Este producto procede de varios puntos de España, principalmente de Cataluña. Esta falta de pollo ha motivado un incremento de su precio. El presidente de la Asociación de Distribuidores de Alimentos y Bebidas de Baleares ha justificado que precisamente la escasez de este alimento está motivada porque sus costes de producción se han disparado. Cabe recordar que la guerra en Ucrania ha provocado un encarecimiento de los precios. Además, la factura de la electricidad también se encuentra disparada.
Escasez de agua
La Asociación de Distribuidores de Alimentos y Bebidas de Baleares también ha detectado algunas dificultades en el abastecimiento de agua, especialmente con gas. No obstante, Servera ha puntualizado que son menores que las del pollo. Se trata de algunas marcas puntuales y es debido a que su demanda se han incrementado muchísimo. Estos problemas comenzaron el pasado 20 de julio y aún persisten. «El consumo se ha incrementado una auténtica barbaridad, nadie esperaba tanto», ha reconocido. Según ha podido saber este periódico, algunos restaurantes no están recibiendo los pedidos formulados y se están planteando cambiar de marca.
Ultima Hora también ha consultado a los grandes supermercados y de autoservicio de las Islas y sus representantes han asegurado que, hasta el momento, no están teniendo problemas de abastecimiento ni de pollo ni de agua. En este punto, han insistido en lanzar un mensaje de tranquilidad. Los distribuidores abastecen de estos productos a los supermercados independientes, hoteles, bares, restaurantes, colegios, residencias, etc.