Balears no es una excepción. El sondeo electoral realizado por el Instituto Balear de Estudios Sociales (IBES) en exclusiva para Periódico de Ibiza y Formentera otorga una ajustada mayoría absoluta a una eventual alianza entre el Partido Popular y Vox, formaciones que sumarían los 30 escaños necesarios en el Parlament para la investidura del presidente o presidenta del Govern. El avance de las fuerzas conservadoras se debe, en buena medida, al desplome de Ciudadanos –que quedaría como fuerza extraparlamentaria– en favor del PP y la notable subida de la derecha que representa el partido de Abascal, que pasaría de 3 a 6 o 7 diputados.
El mapa político que dibuja el trabajo demoscópico del IBES no cierra todas las opciones a la izquierda, toda vez que la incorporación del PI a una coalición de fuerzas progresistas, como la actual que da su apoyo al Govern, permitiría prolongar un mandato más a la socialista Francina Armengol en el Consolat de la Mar. Cabe señalar que el trabajo de campo de la encuesta fue previo a los últimos anuncios realizados por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con respecto a la reactivación del REB y la financiación del tranvía de Palma además del paquete de ayudas sociales que pondrá en marcha el Govern; cuestiones que pueden tener un lógico impacto en el sentido del voto de los ciudadanos.
Trasvase de escaños
Cuando apenas faltan ocho meses para la celebración de las próximas elecciones autonómicas todo indica que se ha producido un trasvase de escaños entre los dos grandes partidos, PP y PSIB, en el caso de Balears. La gestión del Govern le ha supuesto en evidente desgaste a los socialistas que lidera Armengol, que pierde unos cuatro escaños en el Parlament, mientras el PP, con Marga Prohens al frente, amplía de manera muy notable su base electoral con el desguace de Cs hasta alcanzar casi el 30 por ciento del voto global, superando incluso los datos de 2015. El PP se mueve en un margen de 22 o 24 escaños.
Las Islas, por tanto, se enmarcan dentro de la corriente de avance de la derecha, la cual también incluye a Vox que duplicaría su representación en el hemiciclo con hasta 6 o 7 diputados. La suma de PP y Vox podría ser suficiente para desbancar a la izquierda del Consolat de la Mar.
Problemas en la izquierda
Las fuerzas progresistas en Balears también acusan el desgaste de la acción de gobierno y no logran orillar los problemas que afectan a sus formaciones en el ámbito estatal, como sería el caso de Unidas Podemos que sigue con su tendencia a la baja y perdería un escaño con respecto a 2019.
Otro tanto le ocurre a Més per Mallorca, que no logra rectificar la pérdida de apoyos electorales; según pone de manifiesto el sondeo del IBES. Sólo Més per Menorca es capaz de mejorar los resultados de la pasada legislatura y obtener hasta tres diputados autonómicos.
La suma de todas las fuerzas progresistas requeriría la participación de Proposta per les Illes (PI), cuyos dos posibles diputados serían esenciales para dar una oportunidad a la izquierda de conservar el poder en el Consolat de la Mar o completar el avance de la derecha. Los regionalistas, aunque descienden en intención de voto, mantienen una representación en el Parlament que podría ser indispensable para dirimir en manos de quién queda el Govern.
Todos suspenden
El IBES también se ha interesado por conocer la valoración del electorado respecto a los principales líderes políticos de las Islas, cuestión sobre la que cabe destacar que ninguno de ellos ha llegado al aprobado; claro síntoma de la desafectación de los ciudadanos con respecto a la clase política. Esta cuestión adquiere una especial relevancia teniendo en cuenta la especialísimas circunstancias de la legislatura, con la pandemia y la posterior salida de la crisis.
No obstante, las preferencias de los electores con respecto a quién debe seguir al frente del Govern dan una ligerísima ventaja a la actual titular, Francina Armengol, con respecto a la aspirante del PP, Marga Prohens, ambas en torno al 24 por ciento. El resto de números uno se encuentran a una distancia muy considerable en los planteamientos del electorado, aunque el pelotón de los más rezagados lo encabeza el dirigente de Vox, Jorge Campos.
A pesar de todo, los ciudadanos de Balears suspenden a sus políticos y principales responsables autonómicos. Ninguno de ellos se acerca al aprobado; de hecho, Francina Armengol y Marga Prohens mantienen un empate técnico en esta cuestión. Peores resultados obtienen el resto de figuras políticas, aunque de nuevo Campos supone un verso suelto ya que goza de un notable nivel de conocimiento, el 73 por ciento, pero obtiene la nota más baja, con un escueto 2,5. El ser conocido no significa ser aceptado, según se desprende del trabajo realizado por el IBES.
En definitiva, Balears no se escapa a las tendencias generalizadas de la evolución del voto en España, aunque su especial configuración abre un ventana de posibilidades a la izquierda ante la derecha emergente; lo regionalistas podrían tener la clave.