«Cuando nos dieron las llaves no nos esperábamos esto, que no podríamos entrar a vivir», lamenta una de las inquilinas de los pisos del Ibavi en Maó (Menorca) que prefiere mantenerse en el anonimato. Los beneficiarios de las viviendas de protección oficial que se entregaron el pasado miércoles, hace una semana y un día, no se imaginaban la situación que están viviendo. Se han encontrado con hogares sin luz, sin agua caliente y con defectos de obra que les impiden realizar las mudanzas para instalarse.
«Se me termina el contrato del piso en el que estaba la semana que viene y este está inhabitable», explica preocupada otra inquilina que pide que no se publique su nombre. La mayoría de los arrendatarios con los que este diario ha podido hablar se encuentran en esta misma situación y critican que, ni el Ibavi ni el resto de instituciones implicadas, les explicaron las circunstancias en las que estaban los pisos. «Ya avisamos a nuestros caseros de que nos íbamos, pero aquí no podemos entrar a vivir todavía», comentan.
Aún no se ha ejecutado la instalación de la luz en el conjunto de viviendas y ello imposibilita que puedan usar el ascensor, disponer de agua caliente y enchufar los electrodomésticos. Cabe recordar que algunos de los beneficiarios de estos pisos tienen discapacidad o movilidad reducida, por lo que no tener ascensor se convierte en un obstáculo para acceder a los habitáculos. Otros intentan resolver con ingenio estos problemas y explican, por ejemplo, que «hemos colocado bolsas de hielo en la nevera para ir conservando los alimentos» temporalmente.
Los inquilinos declaran que pagaron la fianza antes de la entrega de llaves de la semana pasada. Esperaban poder estrenar los pisos de obra nueva sin esperas y la realidad ha sido totalmente contraria. Cerraduras rotas, llaves que no encajan, bases de inodoros sin sellar, paredes de pladur que se agujerean con un simple toque, armarios empotrados mal colocados que dañan los muros y un largo etcétera, son los inconvenientes con los que se han topado los arrendatarios. «Algunos estamos haciendo la mudanza como podemos, pero otros están esperando a que todas estas cosas se solucionen», aseguran.
Deficiencias en Ibiza
No es la primera vez que unas VPO construidas por el Govern y entregadas por la presidenta Armengol y el conseller balear de Vivienda, Josep Marí Ribas Agustinet, dan problemas esta legislatura. De hecho, este pasado verano, en concreto el mes de julio, se entregaron las de la calle Xarc del municipio de Ibiza, cuyo acto de entrega de llaves se hizo a bombo y platillo. Al cabo de pocas semanas, inquilinos de esta promoción de VPO se pusieron en contacto con este rotativo para denunciar que estos pisos tienen deficiencias, como que no caben electrodomésticos como los lavavajillas porque el hueco es pequeño. Lamentaron, además, el mal estado de algunos acabados, con puertas «hechas polvo y la que no arrastra, está manchada. Además, no hay ni un armario en toda la casa y los marcos de las ventanas están ya hinchados por abajo. El piso está bien, pero te lo entregan vacío», denunció una de las inquilinas en su momento a este periódico.