Una fuga «por amor» y un enigmático amigo de internet en Brasil. La Guardia Civil de Mallorca ha localizado en Barcelona, a punto de embarcarse para aquel país, a una niña mallorquina de 14 años, que huyó de casa con 1.000 euros para encontrarse con su amigo cibernético, que supuestamente estaba en problemas. La brillante intervención de la Benemérita, que se movilizó en un tiempo récord, evitó que la adolescente mallorquina pudiera haber caído en redes de explotación sexual. La desaparición de la niña se descubrió de forma casual. Y también providencial: «Mi marido se levantó a las siete de la mañana para ir al baño, y vio que no estaba en su cuarto. Descubrimos luego que se había llevado 1.000 euros de un bolso y nos desesperamos porque entendimos que se había fugado de casa», relata la madre a Ultima Hora.
Fueron horas angustiosas para el matrimonio, que denunció la fuga ante la Guardia Civil: «Fue lo mejor que hicimos. Han demostrado ser unos grandes profesionales. Si no es por ellos, no sé qué habría pasado con toda esta historia», apunta. El caso, debido a la edad de la desaparecida y a las posibilidades que había de que cayera en manos de algún desalmado de internet, fue prioritario para la Comandancia palmesana y para una guardia civil del cuartel de Calvià, que se volcó en la localización de la fugada. Contaban con la tranquilidad de que sabían que no había sido secuestrada, pero el tiempo corría en su contra y si conseguía salir del país el asunto podía complicarse seriamente.
La chica lleva unos meses chateando con un joven de Brasil, del que se enamoró perdidamente a pesar de que nunca se habían visto en persona. Los investigadores no tienen claro que el chico en cuestión no fuera la tapadera de una red, aunque la madre lo descarta de forma categórica: «Hablamos con él, es un niño que existe. Se hicieron muy amigos y él tenía problemas, así que mi hija se obsesionó con ayudarlo porque tenía un problema y decidió que la mejor manera de hacerlo era escapándose a Brasil con él». La menor, durante días, planificó su huida de Mallorca. Debía salir por Son Sant Joan, con destino a Barcelona, y luego tomar otro vuelo al país sudamericano. Los investigadores le siguieron el rastro y descubrieron que había cogido un taxi en la puerta de su casa mallorquina y que, con escaso equipaje, se había dirigido al aeropuerto.
Allí consiguió volar a la Ciudad Condal, a pesar de que es menor y posiblemente algún protocolo de seguridad falló. En el check in del vuelo internacional, sin embargo, se encontró con problemas. Tenía 14 años y no podía embarcar sola. Los Mossos d'Esquadra habían sido alertados por la Guardia Civil y al ser detectada en la cola del embarque se activaron todas las alarmas y la menor fue interceptada. Estaba desconcertada y algo asustada. «Cuando nos dijeron que la tenían fue la mayor alegría de nuestra vida. Viajamos a Barcelona a recogerla. Estamos eternamente agradecidos a la Guardia Civil», insiste la progenitora. La duda policial, con todo, persiste: «¿Y si el amigo de internet no tenía tan buenas intenciones?».