Inspección de Trabajo finalizó la campaña 2021-2022 en Baleares -de octubre a octubre- con 1.259 sanciones interpuestas con un valor total de tres millones de euros, un 37 % más que la campaña anterior. La mayor parte de esta cantidad -dos tercios- se corresponde con infracciones en prevención de riesgos laborales.
Por otro lado, se estima que se ha recuperado más de un millón de euros (1.051.450) en los salarios de trabajadores infrapagados, un total de 3.950 empleados que se han visto beneficiados gracias a una labor inspectora que ha llevado a regularizar sus percepciones salariales. El montante total de las sanciones que ha conllevado este incumplimiento de las condiciones salariales por parte de las empresas infractoras (35 expedientes de infracción abiertos) ha sido de 187.026 euros.
El conseller de Model Econòmic, Turisme i Treball, Iago Negueruela, ha presentado estos datos en compañía de la directora general de Treball i Salut Laboral, Virgina Abraham, y el director del IBASSAL, Rubén Castro, después de la Comisión Tripartita de Inspección de Trabajo.
El total de infracciones detectadas en todas las materias fueron fruto de 18.346 actuaciones realizadas a lo largo de la campaña. De estas, 8.050 se corresponden con la planificación del Govern, que tiene como materias competentes ocupación y relaciones laborales (3.676 actuaciones) y la vigilancia de las condiciones de seguridad en el trabajo (4.374).
Así, el Govern calcula que un total de 10.574 trabajadores han salido beneficiados con estas inspecciones, ya que es el número total de empleados en las empresas sancionadas.
A pesar de que el informe no contiene un desglose de actuaciones por sectores económicos, sí se destaca que la construcción, con 1.510 actuaciones, es el sector con un mayor incremento de la vigilancia (un 50 % más que en el ejercicio anterior).
Una de las más importantes conclusiones del informe, subrayada por Neguerla y Abraham, ha sido "la recuperación de la normalidad de la actividad de inspección de antes de la pandemia". De hecho, la campaña se ha cerrado con 1.888 actuaciones más que las programadas inicialmente.
De cara a las actuaciones previstas para la campaña 2022-2023, destacan una línea de actuación específica sobre los fijos discontinuos y un nuevo plan de vigilancia de condiciones adversas de temperatura y humedad (150 actuaciones), dirigida en especial a sectores donde se desarrollan labores con temperaturas que podrían llegar a ser extremas. También se incrementarán los controles de riesgos óseos y musculares (623 actuaciones), que en este caso tendrán como principales beneficiarias a las camareras de pisos.
Asimismo, gran parte de los controles van a tener la contratación temporal en el punto de mira. Fruto de las inspecciones de la pasada campaña se llegaron a revisar 9.420 contratos temporales, de los cuales un total de 3.384 se han transformado en indefinidos. Los esfuerzos dedicados en este punto van a redirigirse ahora hacia el tiempo de trabajo (un incremento del 22 % de los controles), ya que se considera que ha pasado a ser un frente más prioritario tras haberse avanzado lo suficiente en lo que a la temporalidad respecta. "Hemos perdido muchos años con la temporalidad y ahora nos vamos a centrar en el tiempo de trabajo", ha señalado Negueruela para explicar que se ha considerado necesario incrementar este tipo de vigilancia para evitar posibles excesos de jornada y de horas extra.