Las dos secciones penales de la Audiencia vuelven a estar taponadas. La situación es especialmente delicada en la segunda que ya se ve forzada a señalar juicios a finales de febrero de 2024, a más de un año vista. Los dos órganos acumulan una enorme carga de trabajo de forma histórica. A la resolución de los asuntos cuyo enjuiciamiento les compete, algunos de enorme complejidad como, por ejemplo, el ‘caso Cursach', se le suma la de los recursos a prácticamente cualquier decisión que adopten los juzgados penales, de instrucción, de menores, de violencia sobre la mujer y de vigilancia penitenciaria de todo Balears. Desde hace unos años se aumentó de forma notable su plantilla: pasaron de ser cuatro magistrados por cada una de las secciones a seis, de manera que podían completar dos salas de tres cada una de ellas.
La medida funcionó un tiempo pero se ha añadido un problema nuevo: una serie de bajas de larga duración de magistrados titulares y cambios de destino de otros. La situación afecta de manera más intensa a la Sección Segunda y, esta primavera tendrá a la vez hasta tres magistrados en esa situación. Esta falta de estabilidad se ha intentado paliar con refuerzos y comisiones de servicio pero el retraso acumulado ha llevado a que los señalamientos se demoren ya por encima del año. Algunos de estos problemas de salud han sido consecuencia de la carga de trabajo y del estrés en estos órganos.
El retraso afecta en especial a causas en las que no hay ninguno de los acusados que estén en prisión preventiva, que son las que se demoran.
En el caso de las causas con preso, cuya resolución es prioritaria, se buscan huecos dentro de la agenda para poder celebrar los juicios. Otros de los procedimientos afectados son los asuntos de especial complejidad, ya sean por número de acusados o porque sean causas de corrupción. Después de liquidar el pasado otoño el ‘caso Cursach' y el jurado del ‘caso Carreteras', la Audiencia tiene pendientes de señalar otras tres piezas: la de las oposiciones en la policía local, la que afecta a la Policía Local de Calvià y al empresario Miguel Pascual y agentes de Palma. Además hay otros casos complejos pendientes como el ‘caso Calanova' que sentará en el banquillo al exconseller de Turisme, Carlos Delgado. La situación en las secciones civiles es más tranquila aunque también han sufrido varias bajas de larga duración en los últimos meses y un notable aumento de casos.