Italia ha retirado ya la alerta por riesgo de tsunami tras el terremoto registrado en Turquía por lo que, de este modo, queda descartada la posibilidad de que Baleares se vea afectado por una gran ola derivada del seísmo, según ha indicado el Ilustre Colegio de Geólogos a Europa Press.
El presidente de la organización, Manuel Regueiro, ha hecho un llamamiento a la calma y ha insistido en que "no hay riesgo". Según ha explicado, "quienes más atentos están son a quienes les hubiera llegado primero y ahora, lo normal es pensar que ellos ya tienen datos que indican que ya no hay riesgo".
Italia, ha añadido, había activado una alerta preventiva que se ha retirado después de que en la costa de Anatolia y Chipre no se hayan producido grandes terremotos.
Regueiro ha explicado que este seísmo de magnitud 7,8 ha liberado una energía similar a la explosión de 1,2 millones de toneladas de trinitrotolueno (TNT) y ha tenido lugar en el límite sur de la Placa de Anatolia, una subplaca tectónica de la Euroasiática.
Regueiro ha detallado que la placa euroasiática tiene dos grandes conjuntos de fallas transformantes, la del norte, que provocó los graves terremotos en 1999 y esta, que ha temblado este lunes, que está alineada con Chipre. El seísmo se ha registrado a unos 7 kilómetros de profundidad según los servicios sismográficos de Turquía y, a algo más de profundidad, unos 10 kilómetros, según los equipos estadounidenses, a unos 600 kilómetros al este de Ankara.
"Es una zona que ha sufrido grandes terremotos a lo largo de su historia", comenta el presidente de los geólogos que considera que el país en la puerta de Asia debería invertir en construcción de edificaciones sismorresistentes, como en Japón, donde los edificios se ondulan unos 25 centímetros para evitar su derrumbe.
El geólogo ha lamentado que en Turquía, que es un país con numerosos y graves terremotos cada vez hacen edificios más altos, lo que sería contrario a las necesidades de seguridad sísmica.
En cuanto a España, ha reclamado al Gobierno que apruebe la nueva norma de edificación sismorresistente, que se expuso a información pública el pasado verano pero que aún sigue sin aprobarse de manera definitiva.
Regueiro indica que esta nueva norma incorpora y aplica el último mapa de riesgo sísmico, que data de 2015, y que indica el riesgo de cada zona y las necesidad a la hora de construir edificaciones en estas áreas de mayor peligro.
Regueiro ha lamentado el elevadísimo número de víctimas mortales y de afectados que dejará este suceso, que ha afectado especialmente al sur de Turquía pero también al norte de Siria.
Además, ha comparado el actual terremoto con los registrado en Christchurch (Nueva Zelanda) o el de Sumatra (Indonesia) en 2016. Si bien ve "pocas" posibilidades de que se produzca un evento sísmico de similar naturaleza pueda ocurrir en España asegura que no se puede descartar, después del gran terremoto de Lisboa en 1755 que provocó un tsunami de 15 metros; el de Cabo de San Vicente en 1968 y otro en Granada en 1954.
De hecho, indica que la zona del sur de la Península es una de las de mayor riesgo. En este contexto, el presidente de los geólogos ha pedido al Gobierno que ponga en marcha "cuanto antes" la nueva norma sismorresistente que establece las zonas según el nivel de riesgo; que mejore la educación geológica en primaria y secundaria y que invierta en recomendaciones a seguir por la población en caso de terremoto a pesar de que el riego sea, en general, bajo.
Regueiro ha señalado que Protección Civil ha puesto en marcha un sistema de señalética ante tsunamis que se implantará en las costas españolas y, en esa línea, propone que se adopten medidas similares en las zonas de mayor riesgo.
Por otro lado, ha confirmado que la ONG Geólogos del Mundo, de momento, no acudirá a la emergencia en Turquía, dado que es un país de altas capacidades en la materia y está lo "suficientemente" desarrollado como para necesitar ayuda por parte de los geólogos. En este momento, la ONG está trabajando en cooperación geológica en zonas de África y América.