Todos los establecimientos hoteleros de Baleares tendrán que calcular el máximo de habitaciones que puede acondicionar cada camarera de pisos para que las cargas de trabajo no sean excesivas y perjudiciales para su salud. Así lo determina el plan de análisis de las cargas de trabajo de las camareras de pisos presentado este lunes en el Consolat de Mar por Govern, la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) y los sindicatos UGT y CCOO.
De esta manera, se pretende que la normativa entre en vigor y esté en pleno funcionamiento esta misma temporada, en el marco del convenio de hostelería recientemente acordado. No obstante, se ha reconocido la dificultad para que todos los hoteles implementen correctamente la medida este mismo año, a pesar de los dispositivos de vigilancia que desplegará la Administración autonómica para asegurar el cumplimiento de la normativa.
El análisis de las cargas de trabajo se llevará a cabo mediante una «metodología científica y rigurosa» que tendrá en cuenta el tamaño de las habitaciones, tiempo de trabajo en cada una de ellas, personal disponible y otras variables. Los resultados marcarán un máximo de habitaciones para cada trabajadora de cada establecimiento hotelero, según ha detallado el director del IBASAL, Rubén Castro. El objetivo es «fijar unos parámetros para que ese trabajo no conlleve una patología».
La presidenta del Govern, Francina Armengol, ha asegurado sentirse «orgullosa de que una ley turística pactada entre todos por primera vez pone el acento en la salud de los trabajadores». Asimismo, ha indicado que el siguiente objetivo es el de extender este tipo de iniciativa al resto de trabajadores del sector.
El conseller de Model Econòmic, Turisme i treball, Iago Negueruela, destacó que «somos la primera comunidad autónoma que define cómo han de ser las cargas de los centros de trabajo». Según indicó, el sistema ya se ha testeado con éxito en una cincuentena de hoteles de Mallorca. «La ergonomía en el trabajo es de las disciplinas a las que les falta un mayor desarrollo».
José García Relucio, secretario general de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT, destacó que se trata de una ley turística «pionera» a nivel nacional y europeo e instó al Govern a llevar a cabo las acciones que sean necesarias para asegurarse de que se cumple la normativa. «No servirá de nada si el Govern no hace un seguimiento y vigila que se cumple la ley en todos los hoteles, cuenten o no con representantes de los trabajadores».
Su homóloga en CCOO, la secretaria general de la Federación de Servicios del sindicato, Silvia Montejano, avanzó que la hoja de ruta compartida por Administración pública, patronal y organizaciones sindicales pasa por extender estas medidas de salud laboral al resto de trabajadores del sector de la hostelería. «No vamos a parar, vamos a hacer lo mismo en todas las áreas funcionales». Montejano advirtió que «este verano va a ser intenso» y que, si bien se da la circunstancia de que no se «pueda llegar a todos los centros de trabajo», la normativa, en todo caso , «va a perdurar» más allá de esta temporada.
María José Aguiló, vicepresidenta ejecutiva de la FEHM, enfatizó «el rigor, objetividad y desarrollo técnico» que ha primado en este plan de trabajo. «A todos nos preocupa que el capital humano esté en los mejores condiciones», ya que el de las kellys «no es un trabajo sencillo». Asimismo, recalcó que «no hay que olvidar otros aspectos como el reconocimiento de las enfermedades profesionales o la jubilación anticipada».
Era inevitable que en el acto no se colara algún dardo para el PP a cuento de la polémica generada la semana pasada por las declaraciones de Marga Prohens sobre las camas elevables. No obstante, el recado no llegó desde los representantes políticos, sino desde el bando sindical. El portavoz de UGT se refirió a las palabras de la candidata popular como «ignorancia pepera» y apostilló que «esta mujer no ha hecho una cama en su vida».