El número de notificaciones de mordeduras de animales de compañía en Baleares hasta la fecha supera las 1.500 y el 75 % son por parte de perros. El Colegio de Veterinarios de Balears (COVIB) recopila estos datos que llegan a través de la Conselleria de Salut i Consum desde la puesta en marcha del decreto 21/2015 que regula las medidas de control, prevención y vigilancia epidemiológica de la rabia en animales.
Si bien la gran mayoría de ataques viene por parte de perros, los informes internacionales y nacionales ponen de manifiesto que «las razas de perros pequeños son las que muestran más conductas agresivas», explica la veterinaria etóloga Pilar García. En cuanto al resto de mordeduras de animales de compañía, los gatos representan más del 20 % de las notificaciones y de cadavez llegan más por parte de felinos asilvestrados, según constata el COVIB.
Todos los avisos que llegan al Colegio de Veterinarios se registran tanto de centros públicos como privados. Existe un documento explícito que los sanitarios rellenan cada vez que llega a consulta un paciente agredido por un animal. Cabe destacar que desde 2013 hasta 2019, los ataques de perros, gatos u otro tipo de animales aumentaron un 30 %, llegando a acumular casi 2.000 avisos en 2019. Sin embargo, las cifras se redujeron drásticamente durante la pandemia. Según explica el presidente del COVIB, Ramón García, «el hecho de que la gente no interactuase tanto hizo disminuir este tipo de problemas. Llegamos a tener 1.400 avisos, pero en 2021 y 2022 las cifras aumentaron de nuevo».
La mayoría de las mordeduras que se han notificado este año se han producido en menores de 14 años. «El tipo de mordedura es más complicado de determinar porque depende del tamaño del animal, pero suele ser –en este grupo de edad– en brazos o en la cara en caso de niños pequeños», puntualiza la veterinaria. En primavera y verano es cuando más mordeduras se notifican.
Como criterios a seguir en caso adoptar un perro y que no presente a la larga síntomas de agresividad, lo ideal es que llegue al hogar en periodo de socialización, que se comprende entre las tres semanas de vida a los tres meses. Según la veterinaria, «es el mejor periodo para que conozca los estímulos y se habitúe».
Otro punto que destaca es que el animal, antes de llegar al hogar, haya tenido un periodo de crianza adecuado, con la madre y los recién nacidos. Y, en caso de que un perro muerda, «lo mejor es echar agua o bien reproducir un sonido muy fuerte».