Una cocinera, despedida después de recibir una reprimenda a gritos en la que su jefe le gritó «eres una puta negra resentida» ha presentado una demanda por despido nulo y daños morales contra la empresa. Según el relato que la afectada ha remitido al juzgado de lo Social, en el día a día eran habituales gritos y estallidos de ira y violencia por parte de su jefe directo en la cocina.
Uno de estos episodios se produjo a finales del pasado mes de abril. La cocinera había entregado al jefe una ración de croquetas para que las emplatara. A este no le gustaron y le ordenó que las empanara de nuevo, algo que hizo la empleada. Con todo, relata que su jefe la comenzó a gritar y a dar golpes en la cocina entre insultos. La trabajadora le recriminó esa actitud y él subió el tono más hasta terminar con «eres una puta negra resentida» y alusiones a la salud psicológica de la afectada. Tras este episodio, la empresa la envió a casa para disfrutar de unas vacaciones que no había solicitado. Seis días después, le enviaron un mensaje de whatsApp para que compareciera al día siguiente y comunicarle un despido fulminante por causas disciplinarias.
Carta de despido
Según se pone de manifiesto en la demanda, la carta de despido es genérica y alude a un «descenso en el rendimiento» no determinado y a una «pérdida de confianza», pero sin detallar algún episodio concreto que justifique una sanción drástica a la empleada. Así, sostiene que el detonante real del ceses fue ese enfrentamiento con su responsable directo, el jefe de cocina. Describe varios episodios en los que la actuación de la empresa «ha sido totalmente discriminatoria» por su condición de trabajadora de raza negra y un clima tóxico en la cocina marcado por estallidos de ira del jefe que, señala, nunca fueron contenidos ni reprochados por los máximos responsables de la empresa.
Además del episodio que se apunta fue el detonante del despido, se describen otros con insultos de este jefe a los empleados, en los que rompía platos o les lanzaba objetos en la cocina. La demanda por despido nulo plantea además un fraude de ley en su contratación ya que, sostiene que su empleador real no es la empresa titular del hotel en el que está el restaurante, sino otra cadena de restauración, vinculada con un chef con estrella Michelín.
La demanda plantea la existencia de una vulneración del derecho fundamental a no ser discriminado por razón de raza o sexo. La petición de nulidad del despido implicaría la readmisión de la trabajadora. Además, «en atención a la actitud antisocial y discriminadora de los demandados», se solicita el abono de una indemnización por daño moral. El asunto está pendiente del acto de conciliación ante el TAMIB. Si no se alcanza un acuerdo entre la trabajadora y la empresa, será un juzgado de lo Social el que tenga que decidir sobre lo ocurrido.