La primavera, que finaliza este miércoles, ha sido la sexta más cálida en Baleares desde 1961, con récords de temperaturas máximas en abril y de temperaturas mínimas altas, incluida una noche tropical en marzo.
Son datos aportados este martes por la delegada en Baleares de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), María José Guerrero, quien ha añadido que la primavera ha sido también seca, pues ha llovido un 39 % por debajo de los valores normales en las Islas. Guerrero pronosticó un verano muy cálido, que, así, se sumaría a una primavera seca.
En concreto, la temperatura media de la primavera en Baleares ha sido de 15,7 grados centígrados, lo que supone una anomalía de 0,8 grados. Ha sido la sexta primavera más cálida en las Islas desde 1961, pero ha sido la más cálida en Lluc desde 1943 y la segunda más cálida en Portopí (Palma) desde 1978.
La temperatura más alta del trimestre se alcanzó en abril en Llucmajor, con 33,7 grados, récord de primavera en esta estación meteorológica. También hubo récords en Palma, con 30,7 grados, y Montuïri, con 31 grados.
El 11 de marzo se registró una noche tropical en Pollença, con 20,4 grados de mínima más alta. El 29 de abril, también hubo noche tropical en Portopí, con 20,2 grados. Lo normal en primavera es que no haya ninguna noche tropical.
En cuanto a las precipitaciones, el déficit apuntado del 39 % se refleja en que, de promedio en Baleares, han llovido 63,6 litros por metro cuadrado, cuando lo normal son 108 litros. En el caso de Mallorca, la anomalía llega al 43 %. Sólo hubo un día de nieve, el 3 de marzo en la cima del Puig Major. Cabe destacar las lluvias torrenciales de los primeros días de junio. Sumaron 174 litros en Porreres (en dos días), 105 en Sencelles o 77,4 en Binissalem.
En cuanto al pronóstico para el verano, María José Guerrero anunció un estío muy cálido en las Islas, por encima de la media del trimestre, que es de 24 grados, y lluvioso. De junio a agosto, las lluvias suelen situarse en Baleares en torno a los 40 litros por metro cuadrado.