Avanza la investigación policial y se van conociendo nuevos datos a cuenta gotas. Este periódico ha podido confirmar que la madre detenida por abandonar a su bebé, que horas después falleció, es una mujer de unos 40 años y nacionalidad española. Las mismas fuentes próximas al caso también apuntan a que el padre de la criatura, de momento y a falta de finalizar la investigación, no estaría implicado en el caso.
Por el momento los arrestados son la madre de la criatura, una familiar de ésta que todo apunta sería su hermana, y un varón que, supuestamente, tendría vinculación con el vehículo que trasladó a las mujeres hasta la batería de contenedores de Porto Cristo, en Manacor. Queda confirmado que agentes de la Policía Nacional han detenido a la madre de la bebé abandonada en un contenedor de Porto Cristo el pasado jueves y que falleció horas después en el hospital.
La rápida resolución del suceso ha sido posible gracias a la colaboración ciudadana y a la excelente coordinación y colaboración entre la Policía Nacional y la Policía Local de Manacor. El día del hallazgo varias patrullas de ambos cuerpos se personaron en el lugar con suma rapidez, y mientras una trasladaba al neonato a un hospital, otras dotaciones policiales acordonaron la zona para preservar las pistas e identificaron a algunos testigos. Recabaron así los primeros datos, que resultaron determinantes en la investigación.
Los agentes de Policía Judicial de Manacor se volcaron en el caso lo que permitió proceder a la identificación y posterior detención de los presuntos autores. La investigación, no obstante, continúa abierta y no se descartan nuevos arrestos. La bebé fue arrojada el pasado jueves a un contenedor de basura de Porto Cristo, y falleció horas más tarde en el hospital de Llevant, a donde los policías la trasladaron después de que una vecina descubriera el cuerpo.
La noticia del macabro hallazgo fue adelantada en primicia por Ultima Hora y desde un primer momento se supo que un varón conducía el coche que se paró frente al contenedor, a las seis de la tarde, y que dentro del vehículo iba un segundo ocupante, aunque no está claro si era un varón o una mujer. El primero se bajó del coche y lanzó un bulto al cubo. Era una bebé recién nacida, envuelta en toallas y llena de sangre.
La autopsia no ha determinado si nació viva, pero todo apunta a que respiraba y falleció en el centro hospitalario. Este punto deberá ser confirmado de forma oficial con el examen forense que reveló, en principio, que era una niña de unas 28 semanas, aproximadamente. Los órganos de la neonata serán enviados al Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de Barcelona. Una vez allí, se analizarán con un microscopio y se podrá determinar si nació viva o muerta. La clave, según apuntan fuentes del Instituto de Medicina Legal de Palma, son los alveolos, que indican si había respirado antes de fallecer o no.