Javier Pérez Aldunate, el francotirador de ETA que en la Semana Santa de 2004 espió al Rey Juan Carlos en Palma, para matarlo, y que posteriormente fue condenado a una pena de 41 años de cárcel, ha recibido su primer permiso penitenciario. El terrorista no pudo llevar a cabo el atentado porque el fusil especial que debían entregarle nunca llegó a la Isla.
Tras su detención, Aldunate reconoció que pasó un mes y medio en Palma, en 2004, primero reconociendo la capital y después siguiendo al monarca. Recabó información clave que hizo llegar a la organización armada. El plan era dispararle a distancia con el rifle de francotirador, durante la celebración de la Copa Davis en la Plaza de Toros, y después darse a la fuga rápidamente.
En 2020 Instituciones Penitenciarias le concedió el tercer grado y fue trasladado de la prisión de Córdoba a la de Pamplona. Ahora ha podido salir por primera vez de un centro penitenciario, desde su arresto en el año 2005.