Un estudio sobre el consumo y la procedencia de los alimentos en Mallorca 2023, encargado por la Dirección General de Soberanía Alimentaria (ahora Calidad Agroalimentaria y Producto Local), ha reflejado un descenso de productos como el aceite de oliva, los huevos o la leche, entre otros, desde 2018 entre los consumidores de la isla.
El objetivo principal de esta investigación era conocer la actitud de los consumidores de la isla después de la pandemia, en relación a la procedencia de los alimentos que compran, así como conocer el grado de consumo de las diferentes categorías de alimentos y la procedencia de los mismos, según ha informado la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural en un comunicado.
Además, se pretendía observar, en comparación con el estudio elaborado en 2018, la evolución de la influencia que ejerce origen de los productos en la decisión de compra de los consumidores de Mallorca, algo que han calificado de manera «muy positiva», puesto que en todas las categorías de alimentos más de la mitad de los encuestados manifiesta su preferencia por consumir productos de origen local. Unos datos que, en palabras del director general de Calidad Agroalimentaria y Producto Local, Joan Llabrés, ponen de manifiesto que el consumidor «valora y demanda cada vez más el producto local».
El trabajo de campo se desarrolló en Mallorca y se entrevistó a 1.019 personas residentes en Mallorca (un 79,98% mujeres y un 20,02% hombres) que compraban alimentos, el doble de encuestados que en 2018. Los datos del estudio reflejan que, en la evolución de la cesta de la compra desde 2018 hasta el 2023, no hay grandes variaciones en la relación a la compra de alimentos de origen vegetal, ya que de un 100% de las personas encuestadas aseguraban consumirlos en 2018, frente al 99% de 2023.
Sin embargo, en relación con los alimentos de origen animal, disminuye el consumo de carne(del 97% al 94%), pescado (del 95% al 93%), huevos (del 99% al 93%) y leche (del 96% al 91%), que la Conselleria ha indicado que se puede atribuir a «un aumento de precio de estos productos, significativamente superior en comparación con subida que han sufrido el resto de productos alimentarios».
Por otro lado, se observa además un incremento del consumo de queso (del 90% al 95%) pero una bajada «muy importante» en la compra de aceite de oliva (del 99% al 83%), lo que relacionan con «el incremento de los precios». Por lo que se respecta al vino, baja levemente su compra del 56 al 55%.
En relación con la evolución de la influencia del origen en la decisión de compra (2018-2023), excepto en la sal y el vino, los compradores han evolucionado a favor de la compra de alimentos originarios de Baleares, en especial en el caso de la carne (del 42% al 66%), queso (del 63% al 85%), pescado (del 41% al 70%), leche (del 34% al 50%) y aceite de oliva (del 55% al 69%).
«Se ha visto también una mejora de la predisposición de las personas de Mallorca hacia la compra de alimentos de Baleares, pero esta predisposición no siempre se materializa en la compra real, puesto que lo que manifiestan los consumidores no se corresponde con los datos de comercialización», ha subrayado Llabrés.
En este sentido, desde Calidad Agroalimentaria y Producto Local han incidido en que trabajan con el sector para «mejorar la indicación de origen de los productos de Baleares» y así «evitar la confusión del consumidor», además de «hacer una promoción intensa del producto local, para que la intención de compra que manifiesta el consumidor se haga más efectiva».