El juez de Instrucción número 1 de Palma, en funciones de guardia, ordenó este domingo el ingreso inmediato en prisión para la mujer detenida a primera hora de la tarde del sábado en el barrio de Son Gotleu por prender fuego a su propia vivienda para intentar expulsar a los inquilinos, con los que llevaba tiempo teniendo desavenencias. El piso quedó prácticamente calcinado en su totalidad y ahora nadie podrá vivir allí, que parece que es lo que quería la acusada.
La sospechosa, de nacionalidad española y 54 años de edad, está imputada como autora de hasta tres delitos: incendio, daños y allanamiento de morada.
El suceso, que provocó la alarma en el concurrido barrio de Son Gotleu, tuvo lugar poco después de las 13.00 horas del sábado. Una intensa columna de humo negro emanaba de un segundo piso del número 42 de la calle Indalecio Prieto. Minutos más tarde, y con los equipos de emergencia de camino, se congregaron decenas de vecinos para intentar averiguar qué ocurría. La Policía Nacional, la Local y los Bombers de Palma acudieron al lugar. Al sofocar las llamas se comprobó que afortunadamente no había nadie a esa hora en el interior del piso afectado.
Desde un primer momento se tuvo claro que el fuego había sido intencionado, ya que los agentes hallaron dos focos en el inmueble. Varios testigos relataron a los funcionarios que vieron a la sospechosa salir del piso minutos antes de que comenzara a salir humo. Asimismo algunos vecinos eran conocedores de los problemas que arrastraba la mujer con sus inquilinos desde hacía tiempo. Poco después, la propietaria fue localizada con varias quemaduras en distintas partes de su cuerpo. Quedó arrestada y una ambulancia del SAMU-061 la trasladó hasta el hospital de Son Espases para ser tratada de sus heridas. 24 horas después ingresó en prisión por orden del juez de guardia.