Un juzgado de lo Penal de Vía Alemania, en Palma, acogió este martes la vista contra la mujer ucraniana acusada de poner a su hija de 10 años a cantar en el Parc de la Mar con un traje regional y pedir limosna la noche del 27 de julio de 2022. La Fiscalía solicita para la procesada ocho meses de prisión.
La enjuiciada, asistida por la abogada Magdalena Vila, negó en el juicio que los hechos tuvieran como objetivo sacar un beneficio económico para ella. «Mi hija canta bien y decidió recaudar dinero a su manera con la intención de ayudar a su país, poco después de empezar la guerra», subrayó. Y añadió que la recaudación de la particular actuación de la niña ascendió a «unos 15 o 20 euros» y que en esa época todos los menores que tuvieron que marcharse de su país «ayudaban a su manera», relató a la jueza.
El representante de la ONG Sal y Ayuda, Pedro Munar, que declaró como testigo, explicó que la acusada, a la que conoce desde que llegó la Isla poco después de que se iniciara la guerra entre Rusia y Ucrania, siempre se ha mostrado «muy participativa» a la hora de colaborar con la gente más necesitada. Asimismo apuntó que la mujer «no tiene problemas de dinero». Munar también remarcó el gusto de la niña por cantar. «Lo hace siempre que puede en actos que organizamos», dijo.
Uno de los agentes de la Policía Nacional que acudió al Parc de la Mar tras recibir el aviso de varios testigos comentó que vieron a la niña cantar y junto a ella una cajita con la bandera de Ucrania. Preguntada por dónde estaba la madre en ese momento contestó que «agazapada». El juicio quedó visto para sentencia.