Los solicitantes de las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) en Baleares han caído un 28 por ciento en la última década, si bien se ha mantenido la misma superficie de 140.176,46 hectáreas declaradas en este tiempo.
En nota de prensa, la Organización Profesional Agraria (Asaja-Baleares) ha trasladado este viernes que, a partir de los datos publicados por el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), el total de personas que han solicitado esta línea de subvenciones en lo que va de 2024 en las Islas ha sido de 5.021, mientras que, en 2015, se tramitaron 6.944 solicitudes únicas.
En ese sentido, Asaja ha observado que, aunque haya menos solicitantes, ha habido un aumento del tamaño de las explotaciones agrarias de los labradores.
Además, dentro del Plan Estratégico de la PAC 2023-2027, el importe a las ayudas directas ascenderá a 36 millones de euros, lo que supone un incremento del 29,87 por ciento con respecto al año 2022. Un dato que desde Ajasa ha valorado «muy positivamente».
En cuanto a las ayudas a los ecorregímenes, consistentes en pagos directos para aquellos agricultores que pongan en marcha prácticas medioambientales, llegarán a un total de 90.998,92 hectáreas de Baleares, lo que supone un 65 por ciento de la superficie total.
Esta cifra ha puesto de relieve que hay 5.000 hectáreas más que entran en esta línea de subvenciones que en el año 2023. No obstante, la organización agraria ha señalado que Baleares sigue siendo la segunda autonomía «con menor grado de penetración de estas ayudas», solo por encima de Murcia y siendo la media estatal de un 86 por ciento.
Según Asaja, este panorama se ha debido a que «no todos los ecorregímenes se adaptan a las condiciones climáticas» del archipiélago. Por tanto, es importante planificar las siembras y hacer un análisis de los cultivos y de su manejo, con el fin de que se adapten y puedan acogerse a este tipo de subvenciones.