La actriz estadounidense Lauren Bacall llegó ayer por la mañana a Palma para incorporarse al rodaje de una película que, basada en una novela de Henry James, «Una vuelta de tuerca», tiene en la posesión de Raixa su principal escenario, y a un cineasta novel, el mallorquín Antoni Aloy, como director.
En el elenco de este film figuran también Sally Frost («Drácula») y Harvey Keitel («El piano», «Smoke»). Vestida con traje de pantalón y chaqueta negros, bolso Hermés, zapatos Tod's, gafas oscuras y equipaje Louis Vouitton, la actriz pudo ser fotografiada en el aeropuerto por la prensa y televisión locales a pesar de la encarnizada oposición de sus acompañantes quienes, a base de insultos, se dirigieron a los periodistas y fotógrafos impidiendo que estos hicieran su trabajo: «Asesinos», «paparazzis», «vosotros matasteis a Diana» o «estais dando una mala imagen de Mallorca», fueron algunas de las perlas que tuvimos que escuchar. Igual que cualquier mortal, la diva no pudo librarse del follón en el que andan sumidos los aeropuertos y tuvo que esperar más de dos horas por su equipaje.
A pesar de los desesperados e incongruentes intentos de sus cancerberos por espantar a la prensa mallorquina, empujones incluídos, Lauren Bacall pudo contar que tenía muchas ganas de hacer la película; que no conocía totalmente el guión y que era la primera vez que visitaba la Isla. Todo ello en el camino que la condujo desde las cintas de recogida de equipaje hasta el aparcamiento y sin hacer un alto.