«Debo de ser el último alemán que conoce esta isla, pero prefiero haber venido ahora antes que en verano, es más relajante». Tal era ayer la opinión de Lutz Winde, uno de los realizadores que han participado en «Elektrozine» (con su trabajo «Glove, a dirty fairy-tale») quien demoró la vuelta a Munich «para disfrutar de este sol increible».
Con guión del propio Lutz Winde, «Glove» fue una de los cortos más celebrados por el público, aunque el jurado no le concedió ningún premio: «Creí que tendría el del público, como me ocurrió en Elche, pero otra vez será», explicó a este periódico. Precisamente fue en el Festival de Elche donde el director aleman conoció a Fernando Monge, quién le invitó a participar en Elektrozine, un certamen en el que se ha alegrado de participar: «El ambiente era estupendo y hubo algunos trabajos muy buenos. Tuvieron muchos problemas técnicos, lo que se puede disculpar por ser la primera edición, pero se deben arreglar para la próxima si quieren que llegue a ser un festival serio», precisó.
Aunque todavía va a seguir mostrando su trabajo en algún festival más, ya que aún le quedan varios meses de plazo para moverlo, Lutz Winde ya tiene preparado el proyecto de su nuevo trabajo, que rodará en 35 mm. en lugar de los 16 del anterior: «El título es «Die Starre» («¡Alto!»); tendrá muchos efectos especiales porque la historia va sobre un hombre que puede parar el tiempo. Será, como la anterior, una historia de amor en clave de comedia. Divertida, irónica, pero con un final más bien triste, como en todos mis trabajos», apuntó. Además, el próximo año intentará realizar su primer largometraje, del que ya tiene el guión, «mas cargado de humor negro», matizó. El problema será encontrar la financiación para el proyecto, concluyó Lutz Winde.