El proyecto «Escultura pública. Universiada'99», inaugurado el pasado fin de semana, ha reunido en Palma obras de una treintena de artistas (nacionales e internacionales) que, situadas entre el Parc de la Mar y el Baluard de Sant Pere, colocan a la capital balear como una de las ciudades líderes en cuanto a arte contemporáneo público. Las esculturas quedarán situadas en sus ubicaciones de forma permanente, aunque algunas todavía no se encuentran en su lugar definitivo y otras no han estado listas para su inauguración.
La nómina de los artistas que han participado en el ambicioso proyecto incluye los nombres de Julio Le Parc, Ferrán Aguiló, Bill Woodrow, Pep Canyelles, Marcel Martí, Betty Gold, Monique Girard, George Sugarman, Phillip King, Volf Vostel, Arnaldo Pomodoro, Albert Rouiller, Agustí Roqué, Jaume Mir, Josep Maria Sirvent, Pep Llambias, Joan Bennàsar, Horacio Sapere, Manolo Paz, Dennis Oppenheim, Pablo Serrano, Anthony Caro, Joan Costa, Antonio Socias, Mompó, Aligi Sassu, Amador Magraner y Markus Lüpertz.
La experta en arte contemporáneo Maria Lluïsa Borràs, comisaria del proyecto, fue la responsable de otros similares en Barcelona y Atlanta con motivo de los Juegos Olímpicos, pero nunca de unas dimensiones tan grandes como en Palma: «No me gusta hacer valoraciones personales sobre mi trabajo, pero me limitaré a poner un ejemplo: muchas agencias de viaje de Estados Unidos organizan viajes a España para visitar los más importantes museos de Madrid, Barcelona y Bilbao y desde hace unas semanas han incorporado Palma en su oferta. Esto quiere decir que el nivel de los escultores que participan es muy importante y que Palma resulta atractiva para los amantes del arte contemporáneo», explicó a este periódico la comisaria.