En su última reunión de 1999, la Comissió de Patrimoni concedió ayer el visto bueno para que se realicen las prospecciones geotécnicas del subsuelo del castillo, uno de los informes pendientes para que se puedan reiniciar las obras. Al superar el proyecto los siete millones de pesetas, ha tenido que someterse a concurso público, que ha sido ganado por una empresa de Mallorca, según ha informado a este periódico la consellera de Cultura del Consell Insular, Fanny Tur.
Los estudios geotécnicos, obligatorios desde el pasado mes de junio en todas las obras civiles que lleven hormigón, sirven ante todo para dar seguridad y evitar problemas de inestabilidad y deterioro de las estructuras a medio y largo plazo. La geotecnia ayuda al arquitecto a conocer el terreno sobre el que va a construir y al aparejador a prever muchos problemas en la edificación, gracias a las tomografías y estudios mecánicos realizados sobre el subsuelo. La práctica más común es el sondeo con maquinaria específica de varias muestras de los 30 primeros metros de profundidad, para realizar ensayos mecánicos y conocer las características físicas y técnicas de los distintos elementos que conforman el terreno a estudiar.
Junto a dicho informe geotécnico, aún se necesita para continuar las obras del Castillo de Eivissa el informe arqueológico y el de geo-radar. El primero se está realizando en la actualidad en el departamento de Arqueología del Consell Insular, y el de geo-radar se llevará a cabo en breve por técnicos de la Facultad de Geologia de la Universitat de Barcelona (UB), concretamente de su departamento de Geoquímica y Prospecció Geològica, que con tal motivo se desplazarán próximamente a la isla.