Una buena entrada registró ayer el auditorio de Can Ventosa para asistir al primer concierto que Jordi Savall ofrece en Eivissa. El premiado y aplaudido músico catalán, autor de la banda sonora de la película «Tous le Matins du Monde», que recibió un «Cesar» de la Academia francesa de cine, acompañado tan sólo por su instrumento favorito, la viola de gamba, fue haciendo un recorrido por la música barroca de los siglos XVII y XVIII. Autores como Johann Sebastian Bach, Marin Marais, De Machy, Tobias Hume o Thomas Ford fueron leídos con eficacia y talento por un músico de prestigio reconocido internacionalmente.
Lo primero que llamó la atención del concierto fue precisamente ese instrumento tan particular, la viola de gamba. «Es un programa pensado para este instrumento, algunos de los cuales tenían siete cuerdas; concretamente, los que hacían de solista». «Esta séptima cuerda es la que le da ese sonido tan particular que no tiene ningún instrumento de cuerda. Como se afina en cuartas y terceras, parecido al laúd, y al disponer también de trastes, permite un juego de acordes y armonías mucho más rico de lo habitual en un instrumento de arco», explicó Savall a este periódico.
Un instrumento solista, en el que suele ser frecuente la improvisación. «La viola de gamba no ha sido nunca un instrumento de orquesta, sino solista, que siempre ha sido tocado por músicos que eran también compositores, intérpretes creadores, digamos. La tradición de la viola de gamba incluso está relacionada con épocas en las que o no había música o estaba en manos de algunos compositores que la hacían en el momento, sin escribirla, improvisando». Así lo hizo también el músico catalán con algunas de las piezas incluidas en el concierto, como una danza de J.S. Bach.