«No me incomoda que los críticos vean en mi obra ecos de artistas como Friedrich, Turner o Constable; son referencias asimiladas que acepto como parte de mi personalidad, de mis propios gustos». Con tal afirmación el pintor Eduard Resbier salió al paso de los puntos de encuentro que en relación con tales artistas presenta la obra expuesta en la galería Van der Voort, que permanecerá abierta al público hasta el próximo 24 de agosto. Esta es la primera muestra individual que el joven pintor catalán presenta en Eivissa, en el mismo espació en el que colgara algunas de sus creaciones en sendas exposiciones colectivas realizadas en la galería que dirige Cati Verdera en 1996 y 1997.
El título de la muestra, «Chronos. La partitura del océano», alude a los cambios y matices que sufre el leit-motiv creativo usado por Resbier en esta ocasión. «En esta serie he utilizado el mar como una metáfora del tiempo y su devenir», apuntó. Aunque también hay una obra que trata otro de los temas queridos al artista, los teatros vacíos. «Me pidió Cati que pintara el Pereyra, y como encajaba perfectamente con la serie que tengo sobre ese tema, pues encantado. Me interesa mucho esa ausencia que reflejan los espacios públicos que suelen estar llenos de gente», precisó.
Eduard Resbier estudió en la Facultad de Bellas Artes de Barcelona y su primera exposición la realizó en esta ciudad en 1991. Desde entonces, su obra ha pasado por unos cambios notables. «Antes hacía una especie de expresionismo abstracto y poco a poco he ido evolucionando hacia un estilo más puro, digamos, y como más pulcro», señaló.