«Lo que tienen en común los objetos, esculturas y pinturas que forman la instalación es que son espacios de meditación; provienen de una meditación y buscan provocar otra». Con estas palabras, Albert Girós sintetizó ayer el sentido y alcance de la instalación que inaugurará a las ocho y media del próximo lunes día 7 en la Sala de l'Hospitalet. En la presentación a la prensa de la muestra, que ha contado con la colaboración de la Conselleria de Cultura, el artista interdisciplinar residente en Eivissa durante varios años estuvo acompañado por el concejal accidental de Cultura, Maurici Cuesta, y la directora del Museu d'Art Contemporani (MAC), Elena Ruiz Sastre.
El amplio número de obras que Albert Girós presenta en l'Hospitalet «son todas independientes, pero mi trabajo tiene una cierta vocación de instalación; algunas han requerido el hecho de instalarse para encajar dentro de esta arquitectura tan particular, que ya tiene una elaboración considerable», explicó. Un espacio muy particular que le resultó «sugerente a muchos niveles y lo encontré estimulante para desarrollar mis distintas facetas creativas». Distintas y distantes, ya que la instalación «recoge tiempos muy diversos; hay obras desde el 82, dos años después de mi marcha de Eivissa, hasta algunas recientes. Son, pues, unos 20 años de creación; unas veces más en contacto con la ciudad, otras con la naturaleza y otras también con la memoria, buscando, eso sí una complicidad total con un espacio tan especial», señaló.
Albert Girós (Barcelona, 1954) estudió Arte, Historia y Escultura en su ciudad natal. Desde 1974 ha practicado, por separado y de forma interdisciplinar, la pintura, escultura, instalaciones, escritura, fotografía, vídeo y música. Desde 1980 hasta 1994 trabajó como profesor de expresión plástica y dibujo en diversos ámbitos de la enseñanza pública y privada y desde 1992 ha desarrollado el diseño gráfico y la comunicación multimedia en su empresa «On the Air», ubicada en Barcelona.