Enrique García Vargas, profesor de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla, fue el encargado de ofrecer, ayer en la Extensió Universitària, la segunda conferencia de las XV Jornades d'Arqueologia Fenício-Púnica, organizadas por el Museu Arqueològic d'Eivissa.
García Vargas, tal y como sucedió el lunes con la conferencia de Almudena Orejas, centró su intervención en el sur de la Península Ibérica, aunque en esta ocasión habló sobre las actividades productoras de la época púnica relacionadas con la pesca, la sal y los salazones. Según el conferenciante, el inicio de la producción de la salazón en occidente se sitúa en el siglo VII a.C.
La industria de la salazón surge tras el hundimiento del comercio metalúrgico, lo que provocó el asentamiento, «más como un reflejo del campo de producción que de una estrategia», de la economía marítima. Los productos elaborados por las factorías púnicas eran muy apreciados en el ámbito mediterráneo, especialmente el pescado conservado en sal, que los romanos llamaron salsamentum, y el garum, una salsa salada de pescado de la que los romanos distinguían cuatro tipos. García Vargas explicó que se han encontrado numerosos restos de las factorías de salazón en Cádiz. Según los datos arqueológicos obtenidos, parece ser que el control de esta producción era estatal, a través de instituciones ciudadanas y los templos. Esta organización tutelar a cargo del estado se mantuvo bajo la dominación romana hasta, al menos, el siglo I a.C.
La tercera conferencia del ciclo, dedicada a la producción de la púrpura, tendrá lugar esta tarde a partir de las ocho de la tarde en la Extensió Universitària. La encargada de ofrecer la conferencia será Pilar Fernández Uriel, profesora de Historia Antigua de la UNED.