El Centre de Cultura de «Sa Nostra» presenta hasta principios del mes de marzo la exposición «El toro i la Mediterrània», que reúne casi doscientas piezas artísticas alrededor de su presencia en la cultura de los países ribereños. De ellas, una veintena corresponde a Balears, quedando representada la presencia de Eivissa con una colección de monedas de la época púnica en cuyo anverso se representa la figura de un toro. La muestra, en una versión más reducida, visitará Eivissa a lo largo de la próxima primavera.
Cristina Delgado, Pilar Ortega, Joana Maria Palou y Fina Terrasa son las comisarias de una exposición que testimonia que, como en muchos países del Mediterráneo, en Balears también ha existido el culto a una divinidad taurina que «simboliza la fertilidad, la virilidad como valor cultivado por la sociedad balear, ya que la supervivencia dependía de la cosecha, del ganado y de la existencia de brazos para trabajar», según afirma Magdalena Barril en uno de los textos del extenso catálogo de la muestra antológica.
Esta afirmación está relacionada con el descubrimiento en Balears de algunas de las piezas más antiguas que tienen al toro como protagonista, como los objetos hallados en uno de los santuarios donde se rendía culto al toro, el de Son Corró (Costix), en el corazón mismo de Mallorca, de donde proceden las tres cabezas de buey datadas entre el año 500 y el 123 a.d.C. que se conservan en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid. Asimismo es representativa la presencia del toro en el reverso de algunas monedas de la Eivissa Púnica, o la utilización de la forma de un astado de cuerpo entero para la construcción de un sarcófago encontrado en Pollença, lo que significaría que el toro, antes de nuestra era, no sólo fue idolatrado, sino que se le relacionó con las transacciones económicas e incluso con el traspaso al más allá.