«Es como un diccionario a seguir para tener en cuenta el patrimonio, bien sea eclesiástico, rural, natural o aqueológico en las Pitiüses». Con esta frase resumió ayer la presidenta del Consell Insular, Pilar Costa, el Plan Insular de Patrimonio, documento exigido por la Ley del Patrimonio Histórico de las Islas Baleares de 1998 y que se convertirá en la guía para conocer el estado de los bienes pitiusos, así como los pasos a dar para su rehabilitación, conservación y difusión. El Plan, que será revisado bianualmente, será presentado la próxima semana en el pleno del Consell para su aprobación definitiva.
El documento establece un presupuesto inicial de ochocientos millones de pesetas para los años 2001 y 2002, partida que incluye no tan sólo las aportaciones directas del Consell, sino también aquellas cantidades remitidas desde otras instituciones públicas y privadas. En el caso de la rehabilitación de las iglesias, por ejemplo, el 65% de la inversión, 100 millones en 2001, estará sufragado por la Direcció General de la Vivenda del Govern.
Fanny Tur, consellera de Cultura, indicó que esta cantidad es «claramente insuficiente», ya que haría falta «cinco veces esta cantidad para poder acometer todas las actuaciones necesarias en las Pitiüses». De todos modos, Tur matizó que la recuperación de todo el patrimonio «no es una tarea que pueda realizarse en una legislatura ni en dos». «Por este motivo se han marcado una serie de prioridades, bienes en los que el estado de conservación requiere una actuación urgente». «El documento -añadió Tur- sirve para no tener que improvisar. No esperar a que algo se esté cayendo para intervenir con prisas».
La elaboración de este Plan Insular dio comienzo a principios del pasado año. Pilar Costa explicó en la presentación que el mismo ha sido consensuado con los concejales de Cultura de los diversos municipios de Eivissa y Formentera.