«Es una obra que, como en tantas otras cosas suyas, tiene una apariencia más modesta de lo que realmente es». Con estas palabras resumió de entrada Francesc Parcerisas la impresión que le había producido «El llambreig en la fosca», el último libro de Marià Villangómez, editado por el Institut d'Estudis Eivissencs, que el director de la Institució de les Lletres Catalanes presentó ayer en el salón de plenos del Consell Insular. El volumen, cuarto y último de una serie escrita por el poeta ibicenco en diferentes épocas y circunstancias, reúne una amplia variedad de inéditos, así como otros aparecidos en diversas publicaciones, aunque revisados y actualizados.
Artículos, escritos críticos, cartas de escritores relevantes, traducciones de poemas, un relato breve y su discurso de investidura como Doctor Honoris Causa de la Universitat de les Illes Balears, aparecen en una obra que Parcerisas elogió por la calidad del conjunto. «Vista desde fuera parece una recopilación de cosas sueltas que puede inducir a confusión, cuando en realidad hay una unidad muy grande debajo de todo el libro, más uniforme de lo que parece», señaló el poeta catalán, quien aseguró que «sobre todo hay una primera parte de evocación de su infancia y juventud que es una maravilla».
«Además de por lo bien escrita, son textos muy bien acotados en el tiempo y en el espacio, porque prácticamente se reduce a Dalt Vila, su zona familiar, digamos, y porque tiene la virtud de abarcar un periodo que visto desde hoy no parece corresponder al primer tercio del siglo XX, sino al XVI», precisó. Trabajados y minuciosos escritos que acercan al lector «un tipo de vida que te hace ver que esto era un remanso fuera del tiempo, de la geografía, fuera de todo; un tipo de vida sólo recuperable a través de memorias tan eficaces como esta».