«Creemos que es un acto de justicia reconocer y devolver a la sociedad el recuerdo de ibicencos tan ilustres como Àngel Palerm, que por motivos ideológicos tuvieron que marcharse de la isla». Con estas palabras, la presidenta del Consell, Pilar Costa, cerró ayer el breve acto del descubrimiento de una placa conmemorativa en la casa de la calle del Mar (junto a la iglesia de Sant Elm), en la que nació el prestigioso antropólogo e historiador ibicenco.
En el acto estuvieron presente el conseller de Interior del Govern, Josep Maria Costa; la consellera de Cultura, Fanny Tur; la historiadora Neus Escandell, autora de un libro sobre Palerm, publicado en 1984; algunos familiares del homenajeado y representantes del mundo cultural y político de la isla.
Escandell fue la encargada de hacer una breve semblanza de Àngel Palerm, recordando los momentos claves de su biografía, así como sus numerosos méritos académicos, desarrollados a lo largo de una intensa biografía, que se cerró en México en 1980, cuando contaba 63 años de edad. «Es un personaje polémico; un político que jugo una carta muy concreta durante la guerra a favor de la República.
Fue del campo perdedor; anarquista, luego miembro del PCE (expulsado por sus críticas al partido), con una carrera académica muy amplia; antropólogo, historiador, diplomático». «Hay que ser realistas, prefiero que no se le haga determinada justicia y entiendo que la derecha no quiera apoyar su figura en ningún homenaje en términos políticos, pero debería hacerlo por sus méritos académicos», explicó a este periódico.