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Patrimoni ve «con buenos ojos» la explotación turística de s'Argentera

La Comisión Insular de Urbanismo declara de interés general el terreno en el que se encuentran las minas para permitir la actividad comercial

La documentación acerca de las minas de s'Argentera se remonta hasta el siglo XVIII.

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«Darle un uso concreto a unos valores considerados Bien de Interés Cultural garantizan su protección y este podría ser el caso de las minas de s'Argentera». Así expresaba a este periódico la consellera de Cultura del Consell Insular, Fanny Tur, el sentir de la máxima institución pitiusa acerca de la posible explotación turística y cultural de esta zona de Sant Carles, de titularidad privada y sobre la que se ha realizado un proyecto para facilitar el que sean visitadas por el público en general. Junto a la afirmación anterior, Tur aseguró además que desde la Comisión de Patrimonio se ve «con buenos ojos» dicha iniciativa, aunque este organismo tan sólo ha podido ver hasta el momento un anteproyecto de la misma.

Fanny Tur realizó estas declaraciones a Ultima Hora Ibiza y Formentera a raíz de la decisión de la Comisión Insular de Urbanismo (CIU) de declarar el suelo rústico sobre el que se asientan las minas como de interés general, un paso previo ineludible antes de permitir una actuación sobre las mismas de cara a la explotación turística y cultural de estos bienes.

La idea básica del proyecto, presentado hace casi dos años ante el Ayuntamiento de Santa Eulària por la empresa Explotaciones Turísticas Puerto de San Miguel S.A., se sustenta sobre la completa rehabilitación de la estructura interna y externa de las minas para permitir la visita de grupos de turistas. Además, el dossier elaborado en su día por la compañía contempla también la construcción de un espacio en el que se habilitaría un museo destinado a la exhibición de los utensilios, herramientas y objetos que se utilizaron durante el tiempo en el que las minas fueron explotadas, de hecho, en la zona aún se conservan regadoras, balsas para el lavado de minerales y forjas. El proyecto añade además la creación de un pequeño bar.

De todos modos, el hecho de que la zona sea Bien de Interés Cultural obliga a que cualquier intervención respete al máximo las particularidades de las minas y todo el entorno que las circunda. Por este motivo, Fanny Tur matizó que, pese a la opinión positiva de la Comisión de Patrimonio al conocer el anteproyecto, no será hasta que se tenga un pleno conocimiento del proyecto definitivo cuando este organismo tomará la decisión de informar favorablemente o no de esta iniciativa.

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