«En mi obra no entro en el tema político en sí; la guerra me sirve de fondo para resaltar la pasión de los personajes, que les lleva a dar la muerte o recibirla, les da igual; una postura que creo se corresponde muy bien con el temperamento español, muy polarizado por la vida y la muerte». Con estas palabras explicó ayer Claude Mercadié a Ultima Hora Ibiza y Formentera el meollo de «La buhardilla», la primera de sus obras que se traduce al español y que será representada el próximo 9 de abril en Can Ventosa en la clausura de la II Semana de Cine sobre la Guerra Civil.
El texto del periodista y dramaturgo francés ha sido traducido al castellano por Fernando Bertazioli y adaptado para el montaje teatral del Grup Amateur de Teatre por Merche Chapí , responsable asimismo de la dirección de la obra.«Le estoy muy agradecido porque está haciendo un trabajo muy importante que aprecio mucho», apuntó el dramaturgo francés. «La buhardilla», escrita en Eivissa hace dos años, «es una historia de personajes encerrados en un lugar pequeño, por lo que los sentimientos enfrentados hierven y están a flor de piel», comentó este veterano periodista, que tras 35 cinco años de oficio cambió la información por los textos para la escena, e incluso alguna novela, «pero no están bien acabadas».
Más satisfecho parece con su producción teatral, unas catorce obras en diez años. «En estos momentos estoy en un hervidero, porque aparte de «La buhardilla», tengo en marcha tres trabajos; uno que lleva un año en Niza y será presentado pronto en París; otro que se ha estrenado estos días en Mónaco y luego irá de gira, y un tercero sobre el que estoy trabajando en la actualidad y que será estrenado en noviembre».
Un trabajo, la dramaturgia, que considera complementario del periodismo. «Tiene el mismo principio, preguntas y respuestas; luego hay que organizarlo todo para que interese al espectador o al lector, procurando atrapar siempre su curiosidad para que llegue hasta el final», afirmó. «Para la gente de mi generación el trabajo de periodista no fue nunca literario, sino de testigo que ve lo que pasa en la vida y luego lo cuenta a gente que no lo ha visto». «Ahora, más que autores de teatro hay técnicos que conocemos el mecanismo de un artefacto que funciona bien, y que a nuestros efectos es más importante que el trabajo literario en sí», concluyó Claude Mercadié.