M.D./R.C.
Benjamí Costa, actual conservador del Museu Arqueològic d'Eivissa i
Formentera, es uno de los cuatro nombres que han sonado en las
últimas semanas para dirigir el Museu de Mallorca, cuyo director,
Guillem Rosselló Bordoy, cesó en su cargo el pasado mes. Entre los
nombres manejados por el Govern balear para ocupar dicha plaza en
el museo mallorquín figura también el del director del museo
ibicenco, Jordi Fernández, aunque este último se descartó a sí
mismo asegurando que su vida profesional «está en Eivissa»,
sociedad con la que considera que tiene «un compromiso».
E menorquín Lluís Plantalamor y la mallorquina Joana Maria Palouson los otros postulados a un puesto de libre designación desde 1983 que, en los sesenta, cuando llegó Rosselló Bordoy, se obtenía por oposición. Para detentarlo hay que pertenecer al Cuerpo de Conservadores de Museos. La Conselleria de Cultura aún no sabe si regirá la normativa existente para la elección o se cambiará.
Para Plantalamor, lo primero es conocer «la intencionalidad» del Govern respecto a la plaza, «que aún no se ha definido». Por su parte, Pere Muñoz, director general de Cultura del Govern, aseguró ayer que la decisión aún no ha sido tomada y que, por lo tanto, aún se está estudiando el perfil más adecuado de entre los candidatos.