Una delegación de la Subdirección General de Obras del Ministerio de Cultura, junto con representantes del Govern balear, viajó ayer a Eivissa para comprobar el estado de las obras de rehabilitación del edificio de Can Comasema y considerar si estas pueden darse por finalizadas, y, de este modo, ser entregadas al Estado, aspecto que finalmente fue afirmativo, por lo que el Gobierno da por finalizada la rehabilitación del inmueble a la espera de la entrega y montaje de los proyectos museológico y museográfico.
Entre las personas que se desplazaron a la isla desde la capital de España se encontraba Celia Vinuesa, la arquitecta que figura como directora de la obra. Vinuesa no quiso hacer ningún comentario, aunque sí adelantó que la ejecución de los mencionados proyectos museológico y museográfico «van para largo» debido a la llegada de la temporada turística, por lo que podrían ponerse en marcha a partir de septiembre.
De igual modo, la receptación de las obras por parte de los representantes del Gobierno y del Govern a través de un representante de la empresa constructora también significa que la conducción de aire acondicionado que podía verse claramente durante estos últimos días en la terraza cubierta situada en la fachada principal continuará en el mismo lugar, aunque desde ayer por la tarde está oculta por una celosía. Según ha podido saber este periódico, dicha maquinaria no figuraba, tal y como se ha instalado, en el proyecto original, sino que se ha optado por unificar en un sólo bloque lo que en un principio iban a ser dos maquinarias separadas y de menor tamaño y cuyo impacto visual hubiera sido prácticamente inexistente.
La recepción de estas obras ha podido realizarse al segundo intento, ya que el pasado mes de febrero, concretamente el día 21, una comisión en la que figuraba también Celia Vinuesa rechazó la entrega de las mismas, al parecer, por no estar finalizadas por completo. En la mañana de ayer, Vinuesa no permitió a este periódico realizar el recorrido por las obras mientras estas eran inspeccionadas. Can Comasema debe convertirse en la sede del Museu Puget por expreso deseo de Narcís Puget Riquer, quien puso esta condición al ceder al Estado los fondos pictóricos de su obra y de la de su padre, Narcís Puget Viñas, en el año 1981.