«Es una experiencia encantadora y un público fantástico; algo muy gratificante y divertido para los participantes porque somos todos muy buenos colegas». Con estas palabras resumió Hege-Gustava Tjonn a Ultima Hora Ibiza y Formentera su opinión sobre el Festival Nits d'Òpera, en el que la soprano noruega fue la revelación, de un cartel en el que también figuraban el tenor alemán Andreas Wagner, la soprano alemana-ibicenca Natali Buck Ramon y la mezzosoprano alemana Susanne Reinhard, acompañados al piano por el alemán Jendrik Springer.
Con la misma naturalidad, elegancia y buen hacer con los que brilló en el escenario, Tjonn echaba piropos a la iniciativa y al marco de estas veladas líricas. «Es un sitio tan hermoso, y encima al aire libre... algo que normalmente no tenemos la oportunidad de hacer en nuestros países. Lo estamos pasando realmente bien; como si fuera una terapia que necesitábamos», comentó. Junto a ella, Andreas Wagner, su partenaire en una de las piezas, corroboró su impresión. «Ya habíamos hecho antes juntos 'L'Elisir d'amore', pero no una escena suelta; así que hemos tenido que improvisar un poco, pero ha sido muy divertido. Estamos muy agradecidos de estar en un sitio tan hermoso y ante una audiencia que muestra tanto entusiasmo».
Elegida en 1997 «Mejor Cantante de Noruega» en el concurso internacional Reina Sonia, en Oslo, Hege-Gustava Tjonn tiene también en su haber el primer premio en la Yapi Kredi Internacional Leyla Gerncer Voice Competition, en Estambul. A pesar de su juventud, ya tiene una amplia experiencia interpretando ópera, opereta y musicales, tanto en su país como en distintos escenarios europeos. Sin embargo, no tiene ningún gesto de diva, como quedó demostrado en su actuación ibicenca, en la que no le importó ayudar a poner y quitar en el escenario algunos elementos de la escenografía; vestida con suma elegancia y sin mostrar ningún apuro.
Preguntada si notaba algún tipo de rivalidad o competencia entre las voces participantes, la soprano noruega aseguró que «no hay ninguna razón para ello ; cada uno tiene su estilo y su forma de trabajar y nadie muestra celos ni nada por el estilo hacia lo que hacen los demás».