Vicent Ferrer, Morna, fue ayer tajante al afirmar que recuperar la microtoponimia de Formentera, «si no se hace en los próximos diez años, nunca podrá hacerse», porque la mayoría de los informadores, herederos de la historia oral transmitida a través de generaciones, habrán fallecido.
El investigador formenterés ha hecho estas declaraciones al presentar el estudio de microtoponimia de la venda de sa Talaiassa realizado entre octubre de 2001 y setiembre de 2002 con una beca de 6000 euros concedida por el Consell d Eivissa i Formentera.
Asimismo Vicent Morna ha indicado que su intención era la de proseguir con su trabajo pero que la reducción de dos a una beca anual por parte del Consell obligará a «esperar condiciones más favorables» para continuar configurando el corpus de microtoponimia de la isla; en este sentido preveía seguir con las vendes administrativas actuales «objetivamente situables en el terreno», es Monestir, ses Clotades y es Carnatge para completar la parroquia del Pilar de la Mola.
Sobre el estudio en sí, Vicent Ferrer, filólogo, ha precisado que en su trabajo de campo, habiendo omitido el núcleo del Pilar y el de Maryland, se han recogido un total de 834 topónimos, aclarando que no corresponden a otros tantos puntos o espacios ya que muchos de ellos tienen dos, tres o hasta cuatro nombres distintos.
En este sentido ha resaltado la importancia de la labor prestada por los 19 informadores consultados que han aportado historias orales vinculadas a los topónimos que «han deparado grandes sorpresas a la vez que han permitido reconstruir la historia de esos lugares, vinculados en muchos casos a hechos, personas o familias