S. BENNASAR/J. HERRANZ
El presidente del Gremi d'Editors de Balears, Joan Cerdà, se reunió
ayer en Palma con los socios de la entidad para decidir si se crea
un consorcio para la exportación de libros a la Península, con
preferencia hacia Catalunya, el País Valencià y los territorios de
habla catalana. Para poder hacer efectiva la iniciativa sería
necesario crear una unión temporal de empresas (UTE). «El interés
principal del tema es comercial, ya que el consorcio sería como un
representante que iría por las librerías de la Península para
ofrecer los libros de las editoriales que se asocien a la
iniciativa», explicó ayer a este periódico Cerdà, responsable
asimismo de la editorial ibicenca Res Publica, que sí tiene la
intención de unirse a ella, «si nos ponemos de acuerdo»,
añadió.
Sin embargo, las otras dos editoriales ibicencas, Mediterrània y Can Sifre, no están interesadas en pertenecer a dicho consorcio. Miquel Costa, responsable de esta última, dijo a este periódico que no le interesa entrar: «Estoy contento de la presencia que tienen mis libros en las Pitiüses, Mallorca y Catalunya. Por ejemplo, en la feria del libro en catalán de Barcelona, tengo la editorial ibicenca mejor representada; así que no es un tema que me preocupe, la verdad».
Por su parte, Antoni Cardona, responsable de Can Sifre, tampoco pareció interesado en la propuesta. «Se necesitarían grandes tiradas para poder abastecer a esos mercados, y la verdad es que, en mi caso, no me parece la cosa rentable», apuntó.
Para Francesc Moll, director de la Editorial Moll , una de las principales de Balears, «el problema principal no es tanto la distribución como las librerías. Muchas no confían en las editoriales que vienen de fuera, por lo que resulta difícil que se interesen por nuestros libros. Creo que el consorcio sería una buena idea, pues estaríamos todos juntos, y ya se sabe que la unión hace la fuerza», comentó.