Can Ventosa acogerá mañana el estreno del montaje de «Misery», de Stephen King, que Juan Bürgin está dirigiendo con Antonio Cantos y Àngels Martínez de protagonistas. Este será el segundo trabajo que presenta en Eivissa el reconocido director y actor argentino-alemán, residente en la isla desde hace un año y medio. «Para alguien que quiera dedicarse profesionalmente a la actividad teatral o artística, sería más fácil instalarse en Barcelona o Madrid, pero la isla es un desafío porque hay mucho por hacer, aunque se necesita paciencia, trabajo y esfuerzo». Con estas palabras, Bürgin resumió ayer a este periódico su actitud respecto a Eivissa.
La nostalgia del sol, un viejo amigo de la infancia, y «porque me considero más latino que alemán», provocaron que Juan Bürgin decidiese quedarse en Eivissa. «Tengo varios proyectos entre manos: un grupo de teatro alemán, colaborar con Pro Arte en el festival de ópera del Ayuntamiento de Eivissa y algo más; aparte de las dos obras que estoy dirigiendo este año, que supone un gran desgaste de energía».
Su relación con la isla viene de años atrás, aunque al principio no le gustó, «porque era verano y había muchos turistas». Pero probó un invierno, abrió sus círculos de relaciones y decidió quemar sus naves alemanas, donde residía (en Nüremberg) desde 1988. «Tenía una escuela de teatro, municipal y subvencionada, y una sala de la que era el empresario y director». Lo que más le empujó a quedarse en la isla fue encontrar en ella un crisol de culturas y nacionalidades. «Me encanta la riqueza de la diversidad, algo muy positivo para una persona de teatro. Creo que es el primer sitio en el que me encuentro como en casa, porque tanto en Argentina como en Alemania me sentía al margen de la sociedad», apuntó.
Hijo de padre alemán y madre argentina, Juan Bürgin vivió en Buenos Aires hasta los 28 años, trabajando como actor, sobre todo en el sector del teatro independiente. También actuó en series televisivas, y con actores de la talla de Pepe Soriano.
En su apuesta por colaborar en el enriquecimiento cultural de la isla, precisó que «la discusión acaso esté en saber si en un futuro podrá haber un teatro profesional hecho aquí y con una programación estable y de cierto nivel». «Creo que se dan muchas condiciones a favor, empezando por el factor humano, que ya está; y hay muchos más interesados en la cultura ahora que hace unos pocos años».