La séptima edición del Festival Folklòric de Eivissa y Formentera se clausuró ayer en la plaza Nova de Sant Jordi, donde se congregaron cerca de medio millar de personas. La tensión y la larga espera propia de cualquier jornada electoral pareció disiparse en este rincón de la isla en el que siete grupos actuaron para los ibicencos por segundo día consecutivo. Los primeros en salir al escenario fueron la Asociación de Estudios Grup Alacant que, a través de las explicaciones de uno de los integrantes, mostraron los secretos de su arte a los espectadores.
Bajo un sol que nada tenía que ver con la lluvia que había caído sobre Eivissa a primera hora de la mañana, esperaban su turno Antonio, José y Juan Antonio, tres de los miembros de La Zeña, un grupo de coros y danzas de la ciudad de Murcia. Era la primera vez que una jornada electoral coincidía con uno de los viajes que a menudo realizan para bailar, pero ese imprevisto detalle no les había impedido a ninguno ejercer su derecho al voto. «Todo el grupo ha votado por correo, así que al final lo hemos hecho antes que nadie», comentaban riendo. En esa situación se encontraron prácticamente todos los participantes en este festival que también ha contado con la presencia de la Asociación Etnográfica Os Serranos, llegada desde Portugal, el Bajo Duero, de Zamora, la Agrupación Folklórica Ancoradoira, de El Burgo, en A Coruña, Somerodón, de Zaragoza, y la Colla de Sa Bodega, de Eivissa.