Cientos de personas recibieron ayer entre aplausos el féretro que contenía los restos mortales de Imperio Argentina, que llegó sobre la una de la tarde al Cementerio Internacional de Benalmádena (Málaga), donde recibió sepultura.
En el interior de la capilla del cementerio, el párroco accidental de Benalmádena oficiará una misa y, a continuación, el cortejo fúnebre se dirigió a una fosa doble que ha alquilado el Ayuntamiento de Benalmádena para que pueda descansar junto con otros familiares. El pequeño tamaño de la capilla donde se celebró la misa y el deseo de intimidad familiar son la causa de que se haya pedido a los medios de comunicación que no esperen fuera durante la ceremonia.
Familiares, artistas del mundo de la copla y flamenco de Málaga se desplazaron hasta el cementerio para despedirse de la tonadillera, en cuyo honor un grupo de Aragón ha interpretado una jota, ya que la artista había expresado este deseo en recuerdo de la película «Nobleza baturra». Junto a los familiares también se encontraban los alcaldes de los municipios de Torremolinos y Benalmádena así como Ana Bandera, madre de Antonio Banderas, y Lucio Romero, coleccionista de carteles de cine. La policía municipal montó un dispositivo de seguridad y acordonó una parte reservada para los medios de comunicación.