El Museu d'Art Contemporani d'Eivissa (MACE) acogerá a las 20,00 horas la inauguración de la primera exposición en la isla de José Manuel Ciria (Manchester, 1960). La muestra la forman 25 grandes óleos y seis obra sobre papel, un conjunto englobado en la serie «Glosa líquida», que a su vez forma parte de su proyecto «Teatro del Minotauro». La muestra, patrocinada por la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), estará abierta al público hasta el 11 de enero de 2004.
En la presentación de la exposición, José Manuel Ciria explicó el sentido de los dos títulos que engloban la exposición, comisariada por Guillermo Solana: «Como este es un espacio singular, cuando planificamos la muestra, pensamos que sería mejor darle una unidad, por lo que elegimos la serie 'Glosa líquida', del conjunto del 'Teatro del Minotauro'. Lo de glosa, porque tiene un sentido en sí mismo, dentro de un proyecto mayor; y lo del Minotauro, es una alusión al animal mitológico relacionándolo con el debate actual en torno a la muerte de la pintura. Un debate frente al que opongo la vigencia del medio, su vitalidad».
Tanto el alcalde accidental de Eivissa, Roque López (concejal de Deportes), como el director de zona de la CAM, Vicent Prats valoraron muy positivamente la presencia en el MACE de la obra de un artista como José Manuel Ciria, uno de los valores más reconocidos de su generación con una amplia trayectoria nacional e internacional. Además, López disculpó la ausencia por fuerza mayor de la directora del centro, Elena Ruiz, ya que se encuentra participando en el Foro Seúl 2003 de la capital coreana.
Las siete series que integran «El Teatro del Minotauro», resultado del trabajo más reciente de Siria, representan las diversas orientaciones de su obra, entre las cuales hay rasgos fundamentales: el automatismo, la geometría y el collage como instrumentos para apropiarse de toda clase de imágenes. El automatismo pictórico, las técnicas del «azar controlado» desarrolladas en la tradición que va del surrealismo al expresionismo abstracto es el punto de partida de la serie «Glosa líquida», comenzada en 2000 y en la que el artista continúa trabajando en la actualidad. La espontaneidad del gesto pictórico se encuentra en la obra de Ciria con su opuesto, la composición geométrica, estableciendo entre ambas tendencias un dialogo que veces se torna duelo. Cortar la mancha pictórica, fragmentarla y encajarla en una cuadrícula equivale a detener el procesos pictórico, a congelar el tiempo creativo del artista.