El fotógrafo Helmut Newtom, considerado un maestro del desnudo, falleció este viernes en un accidente de tráfico en Hollywood, Los Angeles (California), que puso fin a más de seis décadas de exitosa carrera detrás de las cámaras. Newton, de 83 años, salía del lujoso hotel Chateau Marmont, en el Sunset Boulevard, cuando perdió el control de su camioneta Cadillac todo terreno y se estrelló contra una pared.
«Salió del hotel esta mañana y se estrelló contra la pared«, dijo un empleado del hotel que vio el accidente. «Su rostro estaba bañado en sangre«, narró. «Fue trasladado al hospital Cedars Sinai y murió poco después de llegar«, dijo el agente Don Cox, del departamento de Policía de Los Angeles. Newton fue mejor conocido por su fotografía de modas y desnudos, y por su trabajo en revistas como Vogue. Nacido en Berlín en 1920, en el seno de una prominente familia judía, estudió en la American School de la capital alemana, de donde fue expulsado por estar más pendiente de la fotografía que de los estudios.
A la edad de 12 años se compró una cámara Brownie y con ella empezó su obsesión de convertirse en fotógrafo, un sueño que alcanzó ya en su adolescencia. En 1936 se convirtió en discípulo de la afamada fotógrafa berlinesa Elsie Simon y dos años después, en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, partió hacia Singapur, donde trabajó para el Singapore Straits Times como reportero gráfico, pero fue despedido a las dos semanas por incompetente.
En 1940, Newton llegó a Australia y sirvió cinco años en el ejército australiano como soldado raso, casi siempre al volante de un camión o como peón de vía de ferrocarril.
En 1948 se casó con la actriz June Brunell, quien a partir de 1970 se dio a conocer como fotógrafa bajo el pseudónimo de Alice Springs e influyó considerablemente en la obra de su marido. Poco después, una vez finalizada la Guerra, abrió un pequeño estudio en Melbourne y en 1961 comenzó a colaborar con fotos de moda para Vogue en Francia, a la que dedicó un cuarto de siglo. Es en París donde comienza a construir su reputación y su visión controversial del mundo, plasmada en fantasías en blanco y negro, con perfiles sadomasoquistas en las que convierte al espectador en voyeur de la sexualidad de la alta burguesía en hoteles y apartamentos de lujo. Considerado uno de los fotógrafos más influyentes del siglo pasado, también colaboró con publicaciones como Queen, Nova, Marie-Claire, Elle y las ediciones estadounidense, italiana y alemana de Vogue.
«Nada ha cambiado en mis técnicas fotográficas desde que soy un niño«, dijo Newton apenas un año atrás al periódico Canada National Post. El fotógrafo, que tuvo detrás del foco de su cámara a las mujeres más hermosas, se mudó a París en 1957.