La película «Mar adentro», en la que Alejandro Amenábar narra el último tramo de vida del tetrapléjico Ramón Sampedro, interpretado por Javier Bardem, representará a España en la próxima edición de los Oscar de Hollywood, tras ser la más votada por los miembros de la Academia de Cine de España. «Mar adentro» se impuso ayer, en la segunda ronda de votaciones de los académicos españoles, a las otras dos finalistas: «La mala educación», de Pedro Almodóvar, y «Tiovivo c.1950», de José Luis Garci, que habían sido las más votadas en la primera selección.
Sin embargo, el hecho de representar a España en los Oscar, no significa que «Mar adentro» vaya a estar, finalmente, entre las cinco películas candidatas al Oscar al mejor filme de habla no inglesa, ya que el próximo 25 de enero, la Academia de Hollywood elegirá, entre todos los filmes seleccionados, los cinco finalistas a la gala de entrega de la 77 edición de los Oscar, que se celebrará el próximo 27 de febrero. «Mar adentro», que desde su estreno, el pasado 3 de septiembre, ha sido vista en España por más de dos millones y medio de espectadores, consiguiendo superar los doce millones de euros en taquilla, logró en la pasada Mostra de Venecia el Gran Premio del Jurado, mientras Javier Bardem consiguió su segunda Copa Volpi a la mejor interpretación.
Alejandro Amenábar, junto a las actrices Mabel Rivera y Lola Dueñas, y el productor Fernando Bovaira, ofrecieron ayer una conferencia de prensa en la sede de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), donde, minutos antes, la presidenta de la Academia, Mercedes Sampietro, dio lectura al resultado de las votaciones. «En nombre de todos, gracias a los miembros de la Academia y a todos los espectadores por el recibimiento que han dado a la película. Esto no es más que una selección previa, falta la selección de Hollywood pero, desde luego, lo vamos a celebrar», señaló Amenábar, quien no considera «una victoria personal» haberse impuesto a dos cineastas con Oscar. Almodóvar, ganador de dos estatuillas, y Garci, de una. «La Academia elige siempre la película que tiene más posibilidades de ganar en Estados Unidos, independientemente de la calidad del filme. Otra cosa son las posibilidades de abrirse paso en el mercado americano, a causa del idioma», señaló el joven cineasta.