La Sala de Cultura de «Sa Nostra» acogerá a las 20,00 horas de mañana viernes el estreno de «Quartet Sbel», una de las dos obras que Rafael Cavestany estrena en el X Festival Eivissa Clàssica. Interpretada por el Cuarteto Balear, la pieza será presentada también (20,00 horas del sábado 16) en la sala homónima de Sant Francesc (Formentera). La segunda obra que el compositor e intérprete madrileño residente en Eivissa presenta en el Festival será su «Suite Astral» (iglesia de Santo Domingo, viernes 22, 21,00 horas). «Además de a la consellera de Cultura, Carolina Torres, quiero agradecer a la directora de la sala «Sa Nostra», Catina Costa, el apoyo a mi música», afirmó Cavestany ayer a este periódico.
El título de la obra que estrena mañana («Sbel») viene de la primera letra del nombre de los miembros del Quarteto Balear (Smerald Spahiu, Barbara Walus, Elizabeth Romero y Luis Miguel Correa), que le encargó la obra el pasado año. «Es un cuarteto de cuerda con un lenguaje mucho más atrevido y complicado que el de la obra del día 22. Un trabajo difícil, pero los músicos se lo han tomado con mucha ilusión y ganas», apuntó el compositor.
Sin embargo, Rafael Cavestany tiene aún clavada una «espinita»: estrenar su obra más ambiciosa, la «Sinfonía del Apocalipsis», en la que ha trabajado dos años. «El pasado sábado estuve hablando con el gerente de la Sinfónica balear, Abili Fort, y parece que está dispuesto a llevar el proyecto adelante, con la colaboración del Consell Insular. Se presentaría en Palma, pero el problema para hacerla en Eivissa es ¿dónde se mete una gran orquesta con un coro de 80 o 90 personas? Veremos; pero el proyecto va adelante y eso es muy estimulante y gratificante para mí», precisó.
Además, Cavestany tiene pendiente de estreno una obra para piano solo, «Ibisim», y otra para violín solo que escribió para Lina Tur. «La música contemporánea necesita divulgación y profundizar en ella; es la única manera de que llegue al público como se merece», aseguró el músico, cuyo tiempo lo reparte entre componer, estudiar, enseñar y escribir alguna colaboración para revistas especializadas. «Dejé las críticas que tenía en un periódico local por no llegar a un acuerdo económico tras hacerlas gratis dos años. Me tomaba mucho tiempo y propuse cobrar algo para estimularme, pero no pudo ser», aseguró. Como tampoco ha presentado nada en Can Ventosa; pero en este caso la razón es distinta: «No me han propuesto nada aún, pero estaría encantado de poder presentar allí mi música; o de dar clases de composición en el Conservatorio, si me lo pidieran», matizó.