La editorial gallega Linteo acaba de publicar la «Poesía Completa» de Salvatore Quasimodo, Premio Nobel de Literatura de 1959, en traducción de Antonio Colinas. «Yo ya había hecho una edición de su poesía, pero ahora es todo el corpus lírico, incluido dos libros juveniles que aparecieron tras su muerte; dos libros muy valiosos y significativos», explicó ayer a este periódico el poeta leonés, residente en Eivissa durante veinte años y actual vecino de Salamanca. Las dos obras aludidas del prestigioso poeta italiano son «Bacia la soglia della tua casa» y «Notturni del re silenzioso», inéditos hasta ahora en castellano.
Colinas considera a Quasimodo «el poeta más valioso de su generación, aunque otros como Montale o Ungaretti sean más conocidos». Un autor cuya obra tiene todavía plena vigencia. «Creo que sí, porque aunque podamos considerarlo en principio un poeta lírico, fue a la vez un autor muy comprometido con su tiempo; y esto se ve sobre todo en esa etapa central de su obra, durante la Segunda Guerra Mundial y en la posguerra, cuando vive unos años muy difíciles y complicados en la bombardeada ciudad de Milán».
Colinas añadió: «Estamos ante un poeta del sur, en el más amplio sentido del término. Por siciliano, muy mediterráneo, y también tuvo ascendientes griegos; de manera que todo lo que es el mundo mediterráneo, con sus mitos y sus símbolos, está presente en su obra. Como digo en el prólogo, era un hombre del sur trasplantado a las nieblas del norte».
En cuanto a obra propia, Antonio Colinas publicará en febrero en la editorial Siruela «La simiente enterrada. Un viaje a China», un texto reflexivo sobre su reciente viaje a este lejano y enorme país. Además, el autor de «Sepulcro en Tarquinia» volverá a la isla en febrero para presentar un libro sobre patrimonio. «Espero que el viaje coincida con la floración del almendro», precisó.
Antonio Colinas, director de la colección Linteo Poesía, considera a Salvatore Quasimodo como «el mejor poeta de su generación, aunque no sea tan conocido y popular como otros».
Nacido en Modica (Sicilia) en 1901 y fallecido en Napoles en 1968, el conjunto de sus libros de poemas constituyen un vivo friso de su vida y de su tiempo; desde «Òboe sommerso» (1932) y Erato e Apòllion» (1936), hasta los más desgarrados, como «Giorno dopo giorno» (1947) o «La vita nos è sogno» (1949); o con la delicada ternura y la angustia que tiemblan en un libro final como «Dare e avere» (1966), anunciador de su propia muerte.
Ademas de su trabajo lírico, Salvatore Quasimodo destacó también por su abundante labor como crítico literario, por ser autor de diversos libros de ensayo, así como por sus numerosas traducciones de poetas clásicos, modernos y contemporáneos de muy distintas lenguas y países.