No se puede decir que Carlos Goñi, alma de Revólver, sea un clásico de Eivissa, pero sí que aquí tiene un nutrido grupo de incondicionales que llenó por completo el viernes por la noche la discoteca Garbi, en Platja d'en Bossa. Hacía más de nueve años de su anterior concierto, pero aún así él mismo y muchos de sus fans recordaban aquella memorable ocasión, cuando su grupo era un valor en alza en el panorama de la música nacional con temas redondos, dentro de la más pura esencia del pop-rock. Ahora quizás ya no lo es tanto, pero, por contra, aún es capaz de demostrar su solidez encima de un escenario, por más que éste sea tan peculiar como el de la sala donde tocó, con su palmeral y su curiosa disposición. Lo importante es que la gente disfrutó de lo lindo. Comenzó el concierto haciendo un repaso a sus temas nuevos y pasó a una línea más intimista -él solo frente al público- para acabar con sus temas más reconocibles y bailables, que culminaron con «En busca de El Dorado». Tras éste, el momento de los bises y de los un último repaso a sus clásicos.