El auditorio de Cas Serres se quedó ayer pequeño para acoger a la multitud que asistió al homenaje a Lina Bufí con motivo de su jubilación como profesora del Conservatori de Eivissa, del cual ha sido su «alma mater», como apuntó el director del centro, Jaume Manuel Ribas, y repitió en su intervención el presidente del Consell, Pere Palau.
La emoción y la nostalgia fueron las notas dominantes de una ceremonia entrañable a la que asistieron alumnos, ex alumnos, padres, profesores, músicos, familia, amigos y numerosas autoridades y políticos en general. La entrada de Lina Bufí en el auditorio, vestida de rojo y con un gran ramo de rosas rojas, fue recibida con un interminable aplauso de los asistentes puestos en pie.
A continuación, Jaume Manuel Ribas recordó la trayectoria de Bufí, destacando los principales hitos de su empeño y tesón por conseguir que la cultura musical de la isla subiera muchos enteros. «Ella ha marcado un antes y un después en la vida musical de la isla», apuntó Ribas, quién también destacó su labor como «dinamizadora social» y su papel decisivo para que las Pitiüses puedan tener un conservatorio.
A continuación leyó mensajes de amigos, autoridades, músicos y fue dando entrada a los portadores de regalos, muchos y variados; desde una acuarela de Adrián Rosa (regalo de «su» coro) hasta una escultura de Lladró y numerosas placas conmemorativas.
Tras la intervención de la delegada de Educació, Pilar Marí, sumándose a las enhorabuenas (también en nombre de Francesc Fiol, conseller de Cultura del Govern), el presidente del Consell, Pere Palau, realizó un encendido elogio de la jubilada y anunció que, sin embargo, Lina Bufí seguirá siendo directora del coro del Conservatori.
El acto concluyó con un concierto doble: el de la orquesta y el coro del Conservatori, dirigidos ambos por su hija, Nélida Boned.