Técnicos de la empresa Rejoart iniciaron ayer una nueva fase del proyecto de rehabilitación del baluarte de Sant Pere. En concreto, la de los paramentos verticales de las casamatas y el terraplén del baluarte. Con un presupuesto de 69.051 euros y con un plazo de ejecución de seis meses, la obra está dirigida por el arquitecto Fernando Cobo, uno de los redactores del Plan Director de las Murallas de Eivissa, que recibió a principio de verano un premio en el certamen que la asociación cultural Europa Nostra organiza para reconocer los proyectos europeos que mejoren el patrimonio común.
Estos trabajos son una parte específica de la restauración global del baluarte del Portal Nou que comenzó en 2003 el módulo de picapedreros de la Escola Taller de Eivissa. La contratación separada de esta obra se debe a la dificultad que implica para los alumnos trabajar con andamios de gran altura. De esta nueva obra quedan excluidas las paredes lateral y la cubierta del túnel de acceso y el corredor de la escalera que comunica los dos niveles del baluarte. Los trabajos habrán de realizarse con cuidado y consistirán en la reparación de aquellas partes de los muros que se encuentran en mal estado, dejando el resto tan y como se ha conservado hasta ahora.
Al tratarse de un monumento histórico, para la ejecución de las obras se han de tener en cuenta varios aspectos, como la toma de datos estratográficos; es decir, que antes de reparar las juntas y referits, hay que documentar y diferenciar las partes originales de la fábrica de las que han sido retocadas o reparad a. También se ha de considerar que sólo de han repicar las partes de los muros que presenten apósitos añadidos de cementos u otros materiales.
Además, la dirección de la obra vigilará que los «cosidos» de los muros previstos en el proyecto se ejecuten con varillas de acero inoxidable y resina «apoxi» con alimentación independiente que garantice su relleno; que las nuevas piedras que sustituyan las deterioradas sean de marés y de consistencia similar a la original; que se utilice mortero hecho con cal para la reposición; que las substituciones puntuales no alteren la configuración arquitectónica ni modifiquen la lectura estratográfica de los paramentos; se procurará un entonado general de las piezas repuestas con las originales; los referits de los accesos de la casamata y los declives de las troneras se harán con mortero de cal y sólo en los casos que sea necesario llevarlo a cabo para igualarlos con la fábrica anexa.