La Fundación Pilar y Joan Miró en Mallorca ha recogido en un catálogo razonado una selección de las 1.700 obras que componen su colección, en un trabajo exhaustivo realizado durante siete años de investigación, que ilustra con profundidad la última etapa de su actividad creativa, la más desconocida.
Así lo explicaron ayer en la presentación de esta voluminosa obra, publicada y distribuida por Lunwerg Editores, los responsables de su elaboración, entre los que se encuentran la directora de la Fundación, Magdalena Aguiló, y la conservadora jefe de las colecciones de esta institución, María Luisa Lax.
El catálogo -cuya primera tirada consta de 7.000 ejemplares en dos versiones, una en catalán y otra en castellano, con sus respectivas traducciones al inglés- debe servir, expuso Aguiló, para acabar con el «malentendido» de que la Fundación Miró en Mallorca no tiene una colección propia. A este equívoco, según explicó, contribuyó la crisis que enfrentó a los herederos de Miró con el Ayuntamiento de Palma, que motivó la retirada del museo de obras de la familia. Aguiló expuso que los fondos museográficos -integrados por 118 pinturas sobre tela, 275 obras en distintos soportes, 1.512 dibujos y 35 esculturas- son mucho mayores que la colección de la familia.