Con un respeto realmente meritorio y un interés que revela la dimensión del cariño que siente por la isla en la que vive desde hace 35 años, Dominique Sanson se ha embarcado en una labor realmente singular y compleja: describir la historia de Eivissa en 20 cuadros. Una serie que abarca desde la prehistoria a nuestros días, pasando por los fenicios, púnicos, cartagineses, griegos, romanos, árabes, catalanes, los corsarios, los piratas moros... hasta el mundo de las discotecas. «Hace unos tres años pinté un cuadro que ya era una especie de resumen de la historia de Eivissa; con romanos en Santa Eulària, los catalanes llegando a la isla y algo de la época moderna», explicó a este periódico el pintor francés.
Pero el proyecto actual surgió a raíz de un viaje a Egipto que Dominique Sanson hizo con su señora hace dos años: «Vimos una casa en el campo en la que había dos salas enormes con bajorrelieves en los que se plasmaba toda la historia de la cultura de Egipto. Era un trabajo extraordinario y me pareció una idea genial que, humildemente, he querido aplicar a esta isla», apuntó.
La serie ya está casi terminada en cuadros de un metro por 65 cms., pintados «básicamente con acrílico, aunque al final, en los últimos retoques le daré algo de óleo», precisó el artista, quien antes de embarcarse en la ejecución realiza un minucioso trabajo histórico de campo: «Para la documentación e investigación he consultado bastantes libros. Las bibliotecas de Eivissa y de Santa Eulària tienen mucha información. He estudiado todo lo que he podido; para la parte pictórica me he basado muchas veces en imágenes antiguas, y todos los instrumentos de la época correspondiente que pongo en la parte de abajo del cuadro los he encontrado sobre todo en libros».
En estos momentos, Sanson está trabajando «en los corsarios ibicencos; después dedicaré un cuadro a lo que es baile payés, la matanza, el ca eivissenc. A continuación sobrevolaré la Guerra Civil, ya que fue un episodio importante para esta isla, pero sin meterme en opiniones que no me corresponden, claro; y terminaré con la llegada del turismo, los hippies y nuestros días», relató el pintor, que no tiene intención de hacer futuribles sobre cómo evolucionará la isla de ahora en adelante: «Será mejor que no».
El objetivo de la serie «es poder contribuir humildemente a fomentar la imagen cultural de Eivissa», aseguró Dominique Sanson, cuya intención es que el trabajo «sea expuesto en algún lugar público». Sin embargo, para su mayor difusión, lo que parece pedir tan notable esfuerzo es la publicación de un libro resumen de la historia de Eivissa ilustrado con las 20 obras; por ejemplo.
Por otra parte, Sanson reconoció que otro incentivo notable para emprender este trabajo fue la riqueza histórica de Eivissa: «Por aquí han pasado muchas civilizaciones que han dejado su huella en el desarrollo y en el estilo de vida de la isla. En otros lugares han pasado cosas graves y trágicas que han parado la civilización durante un tiempo, pero en cambio aquí siempre ha habido una continuidad, una evolución y una aceptación de todas las culturas que han ido instalándose, la mayoría de forma pacífica, aunque no todas», recordó.
Esa variedad de culturas y civilizaciones que a lo largo de los siglos han ido pasando por Eivissa, «cada una con sus ventajas y sus problemas, ha proporcionado a la isla un enriquecimiento que llama la atención a los que venimos de fuera. Eso gracias a la tolerancia que el ibicenco ha ido desarrollando, adaptando las aportaciones que cada cultura traía consigo a su manera de ser. Creo que es algo realmente meritorio que merece la pena destacarse», concluyó Sanson.