La nostalgia por su patria perdida de los judíos expulsados de España en el siglo XV por los Reyes Católicos fue el ingrediente principal de la música que cantan desde entonces los así llamados sefardíes. Sin embargo, aquellos judíos españoles que se dispersaron por numerosos países también gustaban de interpretar la música del lugar en el que se asentaban de nuevo.
Tal empatía cultural es la que reflejan las canciones recogidas en el disco «Sefarad en diáspora» (Pneuma), que Judith Cohen y su hija Tamar presentaron ayer en la Biblioteca Municipal de Eivissa (en Can Ventosa). El disco fue grabado durante el pasado verano en Madrid, con la colaboración de Eduardo Paniagua, Wafir Sheik y William Cooley.
Julio Herranz, poeta y redactor de este periódico, fue el encargado de presentar a las protagonistas de la velada, que interpretaron varias piezas del disco. Además, dada la coincidencia de la fecha con el 70º aniversario del inicio de la Guerra Civil española, Herranz aprovechó la ocasión para condenar esa guerra y todas las guerras, leyendo el poema que Antonio Machado dedicó al asesinato de García Lorca.
R. U.